miércoles, 25 de noviembre de 2015

Urnas calientes





Se cumple un mes desde las pasadas elecciones regionales y ya solo se habla de los reacomodos y los nuevos planes. Las denuncias y las suspicacias son cosa del pasado, propias del nerviosismo electoral. Ahora una frase de combate, “dejen trabajar”, ha reemplazado las frases de campaña. Sin embargo, en medio de las aguas relativamente calmas vale la pena mirar cómo les fue a los candidatos más cuestionados en las regiones más calientes. Porque las aguas quietas se empozan, se cubren de una nata espesa y comienzan a soltar un olor característico.
Basado en el trabajo que hizo la Fundación Paz y Reconciliación entrego algunas notas sobre municipios antioqueños. Empecemos por Bello, el fortín de los Suárez Mira. Cesar Augusto Suárez Mira será el tercero de la casa en regentar el municipio. Fue gerente de una empresa de seguridad que ha ganado contratos con la administración municipal y sostendrá el poder que creó el hoy prófugo Oscar Suárez Mira. Se ha demostrado que no son invencibles, hace cuatro años los sorprendió el voto en blanco y se repusieron. Esta vez le ganaron al candidato del Centro Democrático por algo más de 1000 votos.
Pero no todo fueron triunfos para la casa Suárez Mira y el representante Germán Blanco, su ficha en las regiones más difíciles. Perdieron en Yarumal con Cecilio Hernán Alzate, un hombre con anotaciones tenebrosas. Fue mencionado en la sentencia a ‘Cuco’ Vanoy como apoyo en la logística de los paras en el municipio y siendo alcalde en los noventas creó la Sección de Orden Ciudadano, una grupo con fuertes inclinaciones a la limpieza social. Logró apenas el 13% de los votos frente a Julio Anibal Areiza quién ganó con el aval de la ASI y el apoyo vergonzante de varios partidos, además de la promesa de entregar la empresa de servicios públicos y otras arandelas a sus padrinos. En Campamento también perdieron con Dairo de Jesús Elorza, quien fue capturado en 2011 por la muerte de dos candidatos a la alcandía del municipio. Luego un juez lo liberó desestimando las pruebas de la fiscalía. Sacó el 41% y perdió con otro candidato de esa empresa de avales llamada ASI. Para cerrar la lista digamos que la casa bellanita perdió en Ituango y ganó en Valdivia. Unas de cal y otras de…
En Caucasia, donde las cosas no son jugando y en 24 días de noviembre ya se cuentan 17 homicidios, ganó Oscar Aníbal Suárez del MAIS, que suena muy “alternativo, indígena y social”, pero tiene sus bemoles. Suárez fue el candidato del alcalde saliente, José Nadin Arabia quien es otro de los protagonistas del fallo contra ‘Cuco’ Vanoy. En su momento Arabia firmó carta de respaldo a Macaco y el mismo Vanoy. El alcalde electo también es mencionado como hombre de números y cuentas de ‘Ramón Mojana’, quien construyó un emporio comercial que ha dejado más de 270 bienes incautados y fue capturado en 2009. En mayo de este año estuvo Luis Pérez entregando regalos para las madres acompañado del futuro alcalde de Caucasia. Un hermoso evento alternativo, indígena y social.
En Tarazá ganó Galdis Rebeca Miguel Vides con el 59% de los votos. Alarmantes mayorías. En 2011, Luis Carlos Cervantes, quien fue asesinado hace algo más de un año, dijo que si la señora Miguel Vides ganaba la alcaldía lo matarían. Cervantes denunció desde 2008 las jugadas administrativas del ex alcalde Miguel Ángel Gómez, padrino político de la alcaldesa electa quien en su segunda acometida logró las mayorías.
En las regiones bravas uno se detiene un minuto a buscar los perdedores y celebra ciertas derrotas, pero mira dos minutos y termina asustado con los ganadores.



martes, 17 de noviembre de 2015

Islamofascismo




Un joven muerto en la Plaza de la República en París, a los pies de la figura simbólica de Marianne y del león que cuida los ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Celebraba el final de una parada tecno en septiembre pasado a la que asistieron al menos 350.000 personas. Cayó desde el regazo de la escultura cuando iba en busca de la mano de bronce que levanta un ramo de olivo. Tenía más o menos la misma edad que algunos de los yihadistas franceses o belgas que lideraron los ataques del viernes pasado en la capital francesa. Su cuerpo sangrando en los videos de las páginas de noticias es un símbolo de lo que detestan los jóvenes europeos que emprenden su viaje para luchar en Siria o Irak: el hedonismo, la frivolidad, el individualismo, el alcohol, la libertad, el desfogue juvenil sin grandes causas, las drogas.
La República se ha convertido en un símbolo más o menos hueco para quienes viven bajo su protección, una sombra de los recuerdos de la secundaria, una esfinge para las aglomeraciones y las protestas cotidianas. Es difícil pensar en la revolución francesa y sus atractivos cuando se escucha a François Hollande. En el siglo XVIII la revolución atrajo una legión extranjera que compartía los ideales de una causa con promesas de aventura y gloria.
Han pasado 10 años desde el estallido social en las banlieues parisinas y se han invertido 48.000 millones de euros en cerca de 500 barrios. Hoy en día es difícil llamar guetos a la periferia de la ciudad más turística del mundo. Solo una mayor presencia de militares armados marca la particularidad de esos suburbios que a primera vista parecen corrientes, casi aburridos por los silenciosos y simples. La rabia ruidosa que incendió esas barriadas hace 10 años se ha convertido en un juego de estrategia, en una ira agazapada bajo un manto religioso, un estanque de frustraciones personales bajo el ojo atento y el anzuelo de la media luna. Ya no se trata del estallido de una comunidad sino de una búsqueda persona a persona, de encender a unos pocos ofreciendo la rebeldía, los ideales de los oprimidos, la euforia de la indignación moral.
Hace unos años Christopher Hitchens habló de la “Frontera del Apocalipsis” luego de visitar el centro de la yihad entre Pakistán y Afganistán. Ahora esa frontera puede estar entre Francia y Bélgica. Jóvenes de 90 países, bien sean burgueses, académicos, jóvenes corrientes de clase media, han terminado encontrando en las consignas de ISIS un refugio para hallar algo distinto a lo que ofrecen las paradas de música tecno.
Abdelhamid Abaaoud, uno de los líderes de los ataques en París, celebraba hace poco en Siria la carga del remolque de su camión militar: antes llevaba motos de agua y regalos a su gente en Marruecos y ahora, gracias a Alá, arrastraba los cadáveres de algunos infieles.
También Hitchens habló del “fascismo con rostro islámico” y por eso hoy algunos recuerdan la lectura que hizo Orwell de Mi Lucha, el testamento nazi: “Hitler, puesto que en su mente incapaz de alegría lo siente con excepcional fuerza, sabe que los seres humanos no solamente desean confort, seguridad, pocas horas de trabajo, higiene, planificación familiar y, en general, sentido común; también desean, al menos de manera intermitente, lucha y auto sacrificio, sin mencionar redobles, banderas y demostraciones públicas de lealtad.”
Los yihadistas deben haberlo leído entre líneas.




martes, 10 de noviembre de 2015

Elecciones cocaleras







Fabrizio Hochschild dijo hace un año, como representante de la ONU en Colombia, que un acuerdo con las Farc tendría efectos sobre cerca del 70% de los cultivos de coca en el país. Por su parte la UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) ha calculado en 60.000 el número de familias colombianas que se dedican al cultivo y la venta de hoja de coca, quienes cada vez son más agricultores puros y menos cocineros de laboratorio. Por su parte Timochenko dijo hace un mes que había ordenado a todos los frentes cesar la instrucción militar y dedicarse al adiestramiento político. Es claro que buena parte de la base social de las Farc está en las zonas cocaleras y que ahí se jugarán sus primeras ambiciones electorales si se llega a un acuerdo en La Habana. La pregunta es si las recientes elecciones regionales nos pueden dar pistas sobre las posibilidades reales de la guerrilla en el escenario de un proselitismo desarmado.
La concentración de los cultivos de coca en Colombia hace suponer que el ejercicio debería ser relativamente sencillo. El monitoreo satelital que entregó las cifras de 2014 muestra que el 42% de la coca está en 10 municipios de 6 departamentos. La base social de la guerrilla no es despreciable si tenemos que cuenta que la votación en los 4 principales municipios del Putumayo (2 de ellos entre los 10 más cocaleros del país) sumó apenas 70.000 sufragios. El caso de Tumaco, principal productor de coca con casi 10.000 hectáreas, es quizá el más sencillo. Como contó La Silla Vacía las Farc hicieron proselitismo a favor de Víctor Morcillo, candidato por la Unión Patriótica que apenas obtuvo el 2.99% de los votos. La ganadora, por su parte, tuvo el apoyo de la Alianza Verde, los liberales y los conservadores. De modo que se puede presentar como una mandataria que va en llave con el gobernador electo Camilo Romero. Aquí parece que las Farc mandan muy lejos de las urnas y los partidos tradicionales comparten la clientela y pelean la opinión.
En Puerto Asís, con la mitad de hectáreas sembradas que Tumaco, el ganador fue el Partido Liberal con una amplia mayoría, doblando al Polo que llegó segundo y mostrando su poder en los 10 municipios cocaleros, donde sumó 4 alcaldías, tres por cuenta propia y una en coalición con la Alianza Social Independiente. El ganador en Puerto Asís surge de una coalición de derrotados hace cuatro años cuando fue candidato por la Alianza Verde, de modo que es también un hombre de uniones temporales y tradicionales. En principio lejano a las ideas y el proselitismo fariano.
Llaman la atención dos municipios cocaleros con muy alta participación electoral: Orito, Putumayo, con el 64% y El Retorno, Guaviare, donde votaron el 71% de las personas habilitadas. En los dos ganó el Partido de la U, aunque en condiciones muy distintas. En el primero en duelo cerrado con el candidato del Polo y con 9 opciones en la contienda, y en el segundo con el 56% y con apenas 2 candidatos en el tarjetón. En Orito de nuevo una coalición con la ASI permitió el triunfo de uno de los partidos de la Unidad Nacional. En el Tambo, Cauca, ganó un liberal con más del 70% de los votos y en Tibú, Norte de Santander, perdieron los barones conservadores a manos de la Alianza Social Independiente.

Queda claro que el Centro Democrático no existe en la zona y que la izquierda legal es minoritaria. Que la ASI se mueve bien en medio de coaliciones y franquicias electorales, y que godos y liberales saben trabajar donde hay candela, venga de derecha o de izquierda. 

martes, 3 de noviembre de 2015

Decreto espiritual





Parece que el Estado, descalzo, con el bastón de mando y el mambe en la boca, ha decidido disfrazarse de indígena para anunciar sus decisiones administrativas sobre el Parque Tayrona. Pero las razones espirituales lucen muy mal en los decretos, las cosmogonías se convierten en superchería barata, se pierde la profundidad del discurso indígena y la autoridad del mandato oficial. El gobierno anunció hace días el cierre del Parque para “limpiarlo de las malas energías” que traen las oleadas de turistas. Se atendió el pedido de los mamos para recuperar el equilibrio en la Sierra y en el mundo.
En realidad no son pocos los problemas del Parque Tayrona y sus 23 playas. Cada año recibe más de cien mil visitantes y ha tenido días de hasta siete mil bañistas cruzando sus torniquetes. Asusta que el Tayrona pueda atender en un día el 10% de los visitantes que recibe el Parque Arqueológico de San Agustín en todo un año. Pero una de las taras nacionales es que la aguja de las vacaciones siempre apunta al norte.
En 2003 el ministerio de ambiente y la asociación de comunidades indígenas de la Sierra firmaron un convenio para reconocer las zonas sagradas del Parque. Se trazaron las llamadas líneas negras que limitan los sitios de importancia espiritual y se pusieron reglas para el acceso y el uso por parte de indígenas y no indígenas. Los pagamentos que hacen los mamos para proteger la Sierra quedaron protegidos por el Estado. Mientras tanto hay cinco mil personas que viven en trece veredas de la zona de amortiguación del Parque, seis asociaciones que trabajan en la pesca y los servicios turísticos y concesiones de ecoturismo que atienden en las 12.000 hectáreas del Tayrona. Antes de invocar motivos que no tienen indicadores ni posibilidades de medirse, el gobierno debería hablar de las razones ambientales que sustentan el cierre: qué pasa con las aguas negras de algunos sitios de camping, por qué se exigen mejoramientos en las condiciones de baños, pozos sépticos y cocinas pero no se deja entrar ni un ladrillo ni un tubo de PVC, qué ha pasado con los programas para el manejo de las basuras, en qué va el proyecto para regular y disminuir el número de caballos (al menos 200) que mueven turistas y víveres en la zona. Que los mamos hagan sus pagamentos y el Estado deje de camuflarse en sus trajes y asuma los problemas materiales sin tanto verso multiétnico y pluricultural.

De otro lado vale la pena una mirada más realista sobre las actividades de quienes se autodenominan “hermanos mayores”. Las quemas de los indígenas en la Sierra están documentas desde 1886 y la superstición las sigue alentando: que el fuego llama las lluvias piensan algunos. Otros siguen usando dinamita para pescar.  Su población ha crecido y sus tierras de uso agrícola han ido montaña arriba. En ocasiones indígenas y colonos se confunden en sus prácticas dudosas, el humo y la leña de unos y otros salen de la misma materia vegetal y afectan la misma tierra. Es imposible negar el conocimiento de los indígenas sobre su hábitat, pero eso no implica que sus razones y prácticas no puedan ser controvertidas. Cuando un líder Arhuaco dice que las relaciones homosexuales entre hombres causan grandes sequías, y las relaciones entre mujeres, en sentido contrario, provocan lluvias intensas, es dado pensar que el equilibrio del mundo de la Sierra se está rompiendo, y que no todo se puede dejar en manos del canturreo de los mamos.