martes, 16 de septiembre de 2008
Cuentos del desierto
Abderramán Ait Khamouch podría ser uno de los personajes que se agazapan en los Cuentos del desierto del Paul Bowles. Jóvenes sigilosos que dejan el rastro apenas “audible de sus talones descalzos sobre el suelo de tierra”. Niños que se agrupan para correr detrás de la estela de polvo de los buses, cargadores de equipajes en las estaciones que se deben espantar como moscas. Lo mismo que Allal, uno de los personajes de Bowles, Abderramán comenzó a trabajar en cuanto tuvo edad suficiente para sostener un peso sobre su cabeza. Allal era el encargado de traer el agua desde un pozo detrás del hotel donde un griego le daba posada a cambio de sus servicios.
A los ocho años Abderramán trabajaba en Mellab, Marruecos, en compañía de sus cinco hermanos: “Un día me caí al pozo intentando beber agua, y me rompí el brazo derecho. Sólo se les ocurrió vendarlo, así de pobre es mi tierra. Se gangrenó y tuvo que ser amputado.” Las palabras de Abderramán no están en los libros de literatura sino en las secciones deportivas de los periódicos europeos. El joven de veintidós años acaba de ganar la medalla de plata en los 1500 metros en los paralímpicos de Pekín y parece haber leído a Bowles cuando intenta describir los paisajes de su infancia. En los alrededores del hotel en que servía Allal no había nada, excepto un cuartel rodeado de un alto muro rojizo. Y en los alrededores de la casa de Abderramán, en el pleno desierto, en la zona de Merzuga, el panorama es muy parecido: “Donde nací no había nada. Y cuando digo nada, es nada”.
En los tiempos en que Bowles hizo sus primeras travesías por el Tánger, los jóvenes africanos de sus libros escapaban de las vidas cercanas a los documentales de Animal Planet ingresando a las filas de algún ejército, siendo héroes en Argelia o bandidos en las arenas de Sahara. Ahora, es necesario buscar una barca y cruzar un estrecho convertido en prueba de iniciación, en el más común de los rituales africanos de estos tiempos.
Luego de tres travesías con meta en Fuerteventura, España, Abderramán logró completar su viaje. Antes acumuló experiencia en dos naufragios. Trabajaba con el hombre encargado de las excursiones de todos los días y no tuvo que pagar los 1000 euros del tiquete. Los salvajes llegan a “el corazón de las tinieblas” de las ciudades europeas y deben mostrar sus habilidades: “Al llegar a Fuenteventura me escondí cinco días en las montañas, sin comer ni beber. Luego me detuvo la Guardia Civil, fui a un centro de acogida, me escapé a Las Palmas. No me pregunte cómo, pero llegué a Madrid y, finalmente, aterricé en Barcelona.”
Luego vendría otro centro de acogida y el trabajo en un parqueadero. Hasta que un día recordó las carreras. Cerca de las montañas Atlas que bordean la frontera entre Marruecos y Argelia los niños corren por un juego de imitación ineludible. Correr es una diversión productiva, una especie de conexión con el más grande los sueños:”En Marruecos todo el mundo corre para ver si acaba siendo El Gerruj o Said Auita”. Abderramán se refiere a los grandes ídolos del medio fondo en su país. Se inscribió para correr una prueba callejera en Barcelona y logró terminar sólo porque había dejado su morral en la meta y estaba obligado a seguir el paso de los atletas para encontrar el punto de llegada. Ahora su medalla está en el casillero español y dice que sólo regresará a Marruecos de visita.
Su hermano de 15 años acaba de repetir la historia y celebró la medalla de Abderramán desde un centro de acogida en Bilbao.
Que bueno por el Marroquí/español. Está bacana la historia. Qué tal la de los atletas colombianos? Hubo uno bronce en natación y otro que quedó de segundo en la maratón. Además otro que quedó de 4to en dos pruebas... Ellos son los que deberían hablar con los jugadores de la selección de fútbol. Que vean qué es uno querer la tierrita y que les digan dónde está el espírutu deportivo,que se les perdió hace rato.
ResponderEliminarEn la foto que acompaña esta entrada se ve el estadio lleno. Una vez que pasaba por la pista de atletismo una carrera de 10000 metros de un nacional senior master me cautivo hasta el punto de quedarme hasta el final, parece como si lo importante no fuera el valor absoluto de las marcas sino la competencia y ver el esfuerzo (me imagino que el desocupe de uno tambien incide en el interes, o las actividades que me estaban esperando en la casa, por ejemplo yo no me pierdo la novela el cartel por ninguna carrera de este mundo).
ResponderEliminarEl otro dia un amigo me dijo que por algunos dedos de la mano a uno lo pensionan para siempre, incluso el me dijo que por un solo dedo lo pensionan a uno, pero supongamos que son varios, yo ese dia me quede pensandola.
Me gusta la idea que expone El Mocho Juan David en su comentario. Eso de que las marcas son una cosa para los relojes y que a los humanos nos conmueven sobre todo los hombres en carrera. Comparto ese entusiasmo por competencias lejanas a los récords. Y hablando de desocupe es bueno mencionar al pato que sigue entre palpitaciones el chico de billar de dos desconocidos.
ResponderEliminarDe otro lado parece que los corredores de 1500 metros son imbatibles para las historias dramáticas. En los pasados juegos olímpicos, donde competían quienes vencieron las tentaciones de la pensión, el abanderado de EE.UU fue un sudanés que salió de su país a los 6 años de edad y vivió durante una década como refugiado en Kenia. Siendo niño huyó de la opción del ejército como salvación de la miseria desarmada. El negro tiene un nombre bien raro: López Lomong, esa chapa es fruto de que una mujer española le enseñó sus primeras letras y convirtió su sonoro nombre, Lepepe, en un doméstico López. Al igual que Abderramán, el sudanés corrió 10 kilómetros para ver algunas pruebas olímpicas en Sidney, y luego eligió a Michael Johnson como su modelo a seguir. En el 2001 una familia de Tully, un sitio cercano a Nueva York -Juka nos dará una mejor definición de ese nombre en el mapa- lo adoptó y luego los gringos le dieron su pasaporte americano. Se dice que su nombramiento fue una manera de criticar a China por su apoyo a Sudán en la crisis de Darfur.
La huída de Lomong es de verdad digna de los documentales de la vida salvaje. Huyó con otros niños por el hueco de una valla de un campo militar de milicias y caminó durante tres días hasta Kenia en compañía de su manada de cachorros. El hombre lo cuenta con palabras sencillas:"Yo he sido afortunado, porque no me devoraron las fieras ni me mataron a tiros en la guerra".
El tiempo de López Lemong en los 1500 marca 10 segundos más que el record mundial de El Guerrouj, el marroquí que fue ídolo de infancia de El Mocho Abderramán. Lopéz Lomomg fue eliminado en las semifinales durante los olímpicos. Hace poco conoció su tumba en Sudán. Su madre le señaló un túmulo de piedras que servía para recordar su supuesta muerte. Me imagino que el hombre cogió impulso y saltó las piedras como una especie de desahogo.
Cambiando de tema va un interesante medidor de preferencias en las elecciones gringas donde hasta hace poco había una pelea entre las élites intelectuales Vs el americano promedio:
ResponderEliminar"Uno de los más reconocidos sistemas de identificación en estas elecciones divide el electorado entre quienes son clientes de los popularísimos y baratos almacenes Wall Mart y quienes no lo son, se supone que más elitistas. McCain obtiene entre los primeros un 58% de preferencias frente al 38% entre los segundos, mientras que Obama invierte los términos y sólo le prefieren el 36% de los clientes de Wall Mart frente al 61% entre quienes no acuden a tales almacenes".
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstados Unidos esta tan mal que es posible que ningun tecnico lo salve, de pronto un tecnico extranjero, Bielsa o Bianchi o Alvaro Uribe
ResponderEliminarHombre juandavidvelez mándemoles a Pinto que se quedó sin chanfaina.
ResponderEliminary al Bolillo porai derecho que ya lo quieren montar otra vez acá.
ResponderEliminarEl comunicado que dio a conocer a la opinion publica Fabian Vargas hoy podria servir para iniciar una antologia de textos escritos por futbolistas, la de Fabian iria en el capitulo de futbolistas de Boca Junior, la carta del Tino cuando lo echaron de Francia 98 tambien merece estar en esa antologia.
ResponderEliminarCreo que Fabian, al igual que Pinto, estuvo mal asesorado (o no le hizo caso a los asesores), me parece que da demasiadas vueltas para llegar a la idea central, su comunicado parece estar inspirado en los comunicados menos importantes de las Farc. Si, yo creo que la literatura de Fabian Vargas bebe de las fuente de los comunicados de las Farc, aunque utiliza palabras que solamente salian en los comunicados de Alvaro Uribe, eso hay que analizarlo mas a fondo.
También leí a Fabián Vargas con el ojo del reseñista y noté sus enredos en el medio y su definición anunciada en el remate del comunicado. Pensé incluso en quién sería su editor, me imagino que el comunicador de Boca o el mismísimo Chicho Serna. Sería interesante que los jugadores respondieran las entrevistas por escrito, tendríamos un renacer del surrealismo. Quedo a la espera de que JDVE desentierre el comunicado del Tino.
ResponderEliminarDos veces la misma mentira
ResponderEliminarBasta con ver los cables.
En la reflexión antes de ayer expresé que Cuba no aceptaría donación alguna del gobierno que nos bloquea y que en la Nota diplomática entregada a la Oficina de Intereses de Estados Unidos se solicitaba la autorización para que las empresas norteamericanas nos vendieran material de construcción; la misma no mencionaba en absoluto los alimentos. Se añadía la solicitud de que el comercio de tales materiales se realizara en términos normales, incluidos créditos, lo cual es elementalmente lógico con relación a un país que ha pagado al contado a lo largo de ocho años los pocos rubros que se autoriza exportar a Cuba.
Tal solicitud se justificaba aún más en la situación de emergencia creada por el azote de los huracanes.
Fue precisamente George W. Bush quien, después que el huracán Michelle azotara con violencia la isla el 4 de noviembre de 2001, autorizó la venta de productos agrícolas a Cuba, incluyendo la madera como cosecha de la silvicultura bastante desarrollada en aquella nación. No insistió en la inspección in situ cuando, igual que ahora, se le respondió que ya la habíamos hecho. Los alimentos constituyeron el principal rubro importado. En pocas semanas se importaron 4,4 millones de dólares, una vez cumplimentados con rapidez los trámites pertinentes.
En el 2002 se adquirieron 173,6 millones de dólares; en el 2003, 327 millones; en el 2004, 434,1 millones; en el 2005, 473 millones; en el 2006, 483,3 millones; en el 2007, 515,8 millones, y en el 2008, 425 millones en el primer semestre del año. Creció, como puede apreciarse, año por año, y en el actual es posible que, después del demoledor impacto de dos huracanes, el país tenga que importar sólo de Estados Unidos una cifra mucho mayor, en especial si se tiene en cuenta que los precios se han elevado considerablemente y el colosal golpe que sufrió la agricultura.
El gobierno de ese país presentó a la opinión mundial una autorización para la venta de productos alimenticios y madera, cual si fuese una decisión nueva relacionada con los dos huracanes, Gustav y Ike. Una completa tomadura de pelo.
¿Qué afirmó el vocero del Departamento de Estado? El domingo 14 de septiembre declaró que desde la llegada del Gustav a Cuba, Estados Unidos autorizó 250 millones de dólares en ventas agrícolas a la isla incluyendo madera. Antes el Ministro de Comercio de ese país había descartado todo crédito comercial.
El 16 de septiembre de nuevo el Departamento de Estado declaró que Estados Unidos autorizó licencias como ayuda ante la catástrofe provocada por los dos huracanes, y que las licencias agrícolas incluían "madera, un material importante para la reconstrucción".
Además de las mentiras, con qué argumento trataron de justificar la prohibición a las empresas norteamericanas de conceder créditos para comerciar normalmente con Cuba: "El gobierno de Estados Unidos tiene que respetar las leyes del Congreso." Se supone que el bloqueo es ley congresional en virtud de una pérfida percha tipo Enmienda Platt. El Presidente de Estados Unidos puede declarar la guerra sin consultar al Congreso —algo inédito en la historia de ese país— y no puede sin embargo autorizar a una empresa norteamericana a comerciar normalmente con Cuba.
En el mensaje enviado al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, en el que le relataba experiencias de nuestra Revolución, escribí: por "el bloqueo económico despiadado y absoluto no podría adquirirse ni un kilogramo de alimentos. Esto cambió en algo 30 años después, por presión de los agricultores, pero lo acompañaron con trabas financieras y monetarias leoninas." El propio líder revolucionario venezolano ha divulgado en parte ese mensaje.
Todo es obvio y claro.
Usando dos veces la misma mentira, el Departamento de Estado no ha tenido reparo alguno en engañar a la opinión mundial, y lo hacen de forma cínica.
Ah, el SuRRealismo es Escrito! Y por Gente esTUPIDA?
ResponderEliminarqUE VAINA, PORQUE brETOn no lo era. Y mucho menos SUS PINTORES GENIALES e INsUPerABLES.
Ah, el SuRRealismo es Escrito! Y por Gente esTUPIDA?
ResponderEliminarqUE VAINA, PORQUE brETOn no lo era. Y mucho menos SUS PINTORES GENIALES e INsUPerABLES.