martes, 23 de septiembre de 2008
SintraObama
La mirada del Partido Demócrata sobre la situación de los sindicatos en Colombia se ha convertido en la más efectiva de las vigilancias. Una ronda permanente de cifras y reproches que incluso ha llevado al Ministerio de Protección Social hasta la carpa de los huelguistas. Para gritar alguna consigna escondiendo su mueca de fastidio. Mordiéndose la lengua y cruzando los dedos por la espalda el gobierno ha tenido que hacer algunas venias para que el TLC sea una posibilidad. Y los sindicalistas que se dedican a pisar esas tres letras en sus marchas, ruegan para que la negociación sea eterna y la inspección imperialista se mantenga.
En Sabaneta y en La Estrella, dos municipios al sur de Medellín, trabajadores encargados de hacer los moldes de botellas de cerveza, vino y champaña, brindaron hace un año por el desenlace sorpresivo de su huelga de veintiún días. Paradójicamente el patrón es un ciudadano americano llamado Larry Ross que terminó cediendo en su estrategia antisindical por orden indirecta de las mayorías en el Congreso de su país.
En 1999 Mr. Ross le compró a Peldar los activos y los contratos futuros de la producción de moldes y creó una nueva empresa llamada Moldes Medellín. Los trabajadores estaban sindicalizados y el nuevo patrón se comprometió a respetar la convención colectiva y buscar salidas concertadas para futuras negociaciones. Pero resultó que el gringo no era tan manso. Muy pronto creo nuevas empresas dedicadas también al arte de hacer hormas para inflar botellas y fue reduciendo la producción en Moldes Medellín; la única de sus hijas donde los trabajadores estaban sindicalizados y contratados a término indefinido. La hija calavera estaba destinada a la quiebra por la competencia dirigida por su mismo dueño.
Los trabajadores de las nuevas empresas eran jóvenes con contratos a seis meses o vinculados por medio de cooperativas de empleo. Para ellos la palabra sindicato tenía connotaciones subversivas y era sinónimo de despido. Durante un año los trabajadores de Moldes Medellín usaron el anzuelo del fútbol, las botellas de cerveza llenas, la marranada en diciembre y la cantaleta sobre los derechos laborales para romper el molde de sus colegas. Cuando habían logrado algún avance llegaron, en efecto, los despidos para los supuestos líderes en las nuevas empresas. Mr. Ross podía soportar a sesenta y dos trabajadores sindicalizados, ni uno más.
La estrategia llegó a su momento clandestino y los jóvenes ocultaban sus reuniones detrás de misas dominicales, aficiones futboleras y novias improvisadas. Cuando los trabajadores de las tres empresas presentaron los pliegos Mr. Ross desconoció la sindicalización de quienes no pertenecían a Moldes Medellín. Sabía que la ley colombiana lo protegía y que si no había una etapa de negociación que él no tenía obligación de convocar, era imposible que se votara una huelga. Pero la huelga se votó y el gobierno fue incapaz de declararla ilegal por la atención que algunos sindicatos norteamericanos habían puesto sobre el caso. No disturb, era la consigna del gobierno colombiano para sus visitas al congreso gringo. Así que el Ministerio de Protección Social recomendó un arreglo y Mr. Ross se vio obligado a negociar una convención colectiva con trabajadores sindicalizados de las tres empresas.
Los jóvenes empleados de Mr. Ross lograron igualar el salario con el de sus colegas sindicalizados. Además, salieron de la dictadura de los supervisores que elegían según el humor de cada día quien era despedido y quien reportado para un aumento. Ahora hay más de doscientos trabajadores amparados bajo un mismo sindicato. Alguien nos mira. El ojo incómodo del águila yankee ha comenzado a ondear en las banderas con manos empuñadas y engranajes de algunos sindicatos.
Que epopeya la de Mr Ross aca en las Indias, demas que no se la creyo.
ResponderEliminarMi mama pertenece a un sindicato, hay que verla conversando con los compañeros de decretos, se sabe todas las resoluciones con sus numeros, sus compañeros tambien y se entretienen hablando de las consecuencias de cada una de ellas.
El sindicato al que pertenece mi mama tiene programa de radio, por ahora es en AM, todos esperamos que lleguen algun dia a la frecuencia modulada, para que sus quejas contra el modelo neoliberal se oigan mejor, mi mama es matada oyendo eso (les quedo debiendo el nombre del programa que debe ser bacano, "la hora sindical" o algo asi bien creativo), en ese programa ponen a hablar a un sindicalista con voz de narrador, porque no hay que dejar nada al azar.
Ella me dice que averigue por internet como van sus pleitos, como si ella fuera el coronel, pero los pleitos de mi mama van mal, cuando no es que les encanan el abogado por enriquecimiento ilicito es que aparece una norma que le dice a mi mama que ese billete esta muy lejos.
Una revolucion en el mundo sindical seria que adquirieran megafonos de transmision mas nitida, claro que sus megafonos pueden ser una estrategia, porque ese pitico que sale de ahi no hay industrial explotador que se lo aguante.
El boletín informativo de sintravidricol tiene un nombre bien interesante: sonoro, fuerte, con poder de recordación: "El botellazo". Mr. Ross ya recibió su suscripción.
ResponderEliminarQuedó empezado el tema de la crisis. Copio una frase de Ben Bernake, el presidente de la Reserva Federal de EE.UU, sobre los rescates:
ResponderEliminar"Esto no es un gasto de 700 mil millones de dólares. Esto es una compra de activo, y si las subastas son hechas correctamente ... el contribuyente americano conseguirá un valor bueno para su dinero. Y como la economía se recupera, todo, o quizás más que todo el valor será recuperado con el tiempo."
Los ricos estan empezando a odiar el sindicalismo, les parece que es una herramienta mas del imperialismo para oprimirnos.
ResponderEliminarHey Juka, tu silencio me da a entender que no sos precisamente un abanderado de las ideas sindicales.
Las reuniones de negociacion entre los sindicatos y los directivos de las empresas deben ser bacanas, ¿como seran?, claro que yo creo que el que haya ido a una de esas reuniones ya fue a todas, me imagino que los argumentos siempre seran los mismos de lado y lado. ¿Cuales seran los trucos ocultos de los empresarios para negociar?, pero no me refiero al infalible y vulgar truco de "comprar" al directivo sindical, me interesan son los trucos menores, ¿tendran una frase de batalla como "el tinto debe ser sin cafeina"?, o "un lider sindical lleno no pide mejoras en los almuerzos de la empresa", cuales seran esos trucos.
Yo pienso que para evitar ese rechazo al sindicalismo, que poco a nada reciben en apoyo de los patrones, deberia de existir un sindicato ambulante por las calles para los pensionados y los miles de enfermos con eps, ya que son manejados como conejillos de aqui para alla, cuando hay que hablarles de tu a tu, para que no hablen solo ellos, los que estan educados con fascismo, porque los viejitos son un estorbo para la seudosociedad. La salud no es lo mas importante? o estoy fuera de foco jaundavidvelez?
ResponderEliminarHey Gabriel a mi la salud tambien me parece lo mas importante, "desde que haya trabajo y salud". Y que pena pero yo no odio a las EPS, yo se que las noticias invitan a odiarlas, pero yo les tengo que agradecer un par de hospitalizaciones de mi papa, y ademas a mi me solucionaron el problemita de la gastritis.
ResponderEliminarEl señor Robledo del Polo dijo cuanto era el salario de Memo Leon, 14 millones, bacano ese sueldo, yo ahi mismo que oi ese sueldo empece a pensar en el eterno juego en el que uno le pregunta a un amigo que haria si se gana la loteria.
ResponderEliminarLo que yo haria seria comprarme una casa y un carro, pongale 8 palos mensuales en las dos cuotas, que elegancia, ¿ese puesto tambien es vitalicio como la presidencia?, ¿o ese puesto que tenia Guillermo Leon prescribe?, porque ese dato es clave para uno planear sus inversiones.