lunes, 1 de junio de 2009
MAYO 31-89 – 8.30 P.M.
El 21 de diciembre de 1987 Nacional había dejado el Atanasio vestido para la primera alegría de los puros criollos. Juan Jairo Galeano y Humberto Sierra, listos para partir rumbo al Pereira, le entregaron sus cobros de penal a un Falcioni siempre altanero y burlón que adornaba su buzo azul con una línea blanca interminable desde cuello hasta la pantaloneta negra. Era el último partido del octagonal, Millonarios tenía el título casi asegurado y Nacional debía ganar para ir a la libertadores. El segundo lugar equivalía a un título luego de un año del que no se esperaba tanto. Galeano y Sierra cobraron sus penales en el segundo tiempo, en el arco sur, al palo derecho… y Falcioni volvió a reír luego de dos meses de amarguras. América venía de perder su tercera final de Libertadores a manos de Peñarol y ganaba un nuevo cupo para 1988 con su victoria 0-1 frente a Nacional.
Se acabó el partido y cogí mi bandera nueva, comprada unas horas antes en la entrada, pensando en lo que sería el próximo año con la promesa del Didi Valderrama y los héroes rojos por llegar. Mi hermano me la arrebató y la tiró al foso del estadio: “Dejá esa güevonada ahí”. Tal vez haya que agradecerle a Falcioni por haberle dado un año más a Nacional antes de volver a la Copa, por dejar que el equipo completo se juntara en el torneo del 88 con un subtítulo en el que solo encajó 5 derrotas en el año. Ya Nacional era mucho más que un equipo reforzado con el medio campo y la filosofía de camerino del sorpresivo Once Caldas de Maturana en el 86.
La Copa Libertadores del 89 comenzó con triunfos fríos frente a los ecuatorianos. Recuerdo haber ido de la mano de una novia que no conocía el estadio. La primera fase fue apropiada para el chococono, ya habría tiempo para el guaro en bolsa. Los partidos con Millonarios fueron otra cosa, el surgimiento de esa rivalidad que llena los trapos de las barras de hoy, también un duelo de capos y de un caballero chocoano contra un indio mañoso enfundado en saco de corduroy. Ahora Pacho y Chiqui son amigos con credenciales para dirigir a las Guyanas o a Surinam.
Contra Danubio fue un extraño día cívico. El colegio lleno de banderas, las clases con participaciones permanentes de gritos y trompetas, las boletas del estadio como pasaporte para salir antes de tiempo y la caravana verde despedida por profesores y alumnos resignados a la televisión. Se jugó en semana, en la tarde y salieron todas. Como siempre en las goleadas hubo exquisiteces y carambolas. Un gran motivo para las primeras rascas.
Para el cumpleaños 17 recibí pasaje de Avianca y boleta para el 31 de mayo a las 8:30 en El Campín. Luego de las instrucciones de las azafatas el piloto pidió un viva para el futuro campeón y alentó sonsonete del momento: veeeerrde, veeeeeerde... Había banderas con tubo de pvc en la cabina. La caravana que venía por tierra habló de un recibimiento de banderas en todos los pueblos y de un brindis obligado en todas las tiendas de camino. Se veía raro El Campín con esa desordenada marea de banderas verdes y con el eco del himno antioqueño opacando los parlantes, los únicos que cantaron el himno nacional esa noche. Fue un partido para sufrir todo el tiempo, la serie de penales fue apenas el cierre teatral para un duelo que vimos temblando. Al final Higuita hizo de prestidigitador, ahora dice que al colocar el balón los jugadores de Olimpia le mostraban el palo elegido, y convirtió las viejas adivinaciones de Falcioni en trucos menores. Al final, a pesar de los odios acumulados luego de dos años de pelea con los azules, todo el estadio gritó “Bogotá gracias Bogotá”. Era hora de celebrar en calles desconocidas y con la misma gente.
Lo bacano de esos encuentros tan grandes, que definen tanta vaina, es que se pegan al corrillo hasta los indiferentes con el deporte. Eso pintan todas las cuadras, matan marrano y le fian trago al que pida. Bonito y necesario, aunque los detractores que sólo piensan en patria digan que es para agüevar a la gente. Qué carajos. A mí me importa la situación, pero me tengo que volar siquiera los domingos a ver si el rojito me regala alguna dicha. Cuando hay triunfo, la semana se hace menos horizontal.
ResponderEliminarBuena columna, Pascual.
Salud.
lastablasdelacama.blogspot.com
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJa, qué buena columna Pascual, yo tenía 13 años, estaba en séptimo con Salda y nos íbamos pal estadio con Angela la profe de estética y un combo robledista; en esos partidos coperos de por la tarde el colegio era un carnaval, entrando al partido con Millonarios nos decomisaron un pliego de cartulina que decía Pimentel HP, qué odio tan profundo el que se sentía por Pimentel!!!! eso odio duró muchos años más... y la loca Falcioni si era un personaje, le tiraban naranjas y se las comía, yo pensé que eso era un mito pero creo que un día lo vi, o no sé... la eliminación a Millos será inolvidable con ese gol de Tréllez y Bolillo diciéndole a los árbitros en plena trifulca "no hay garantías, no hay garantías"... qué buenos recuerdos... también pude ir a Bogotá con familiares pero no me acuerdo del partido, sino del gentío y la bulla, y claro, el sufrimiento en los penales que me llevaron al llanto, los mayores me consolaban: "Vamos a ganar pollo, tranquilo"... yo era muy enfermo por el verde, ya no... ya eso es otro tema... la contraseña está de lujo, justo el Wembley.
ResponderEliminarLa epoca de la mafia en todo su furor, cuando hacian lo que les daba la gana, cambios de jugadores por camionetas mercedes benz, don mateo con nacional, intimidaciones a arbitros en hoteles, es mas al arbitro del partido que sierra y galeano se comieron los penales el Dr Molina llamo al arbitro al famoso hotel de la 70 y le dijo, hermano usted hizo lo suyo tome la plata...
ResponderEliminarQue epocas tan cochinas, pan y circo para el pueblo, colombia quedando mal por el paseo al arbitro en aquella semifinal contra millonarios, despues nos hicieron quedar como un culo cuando amanazaron y casi matan al arbitro que pito contra vasco!!mejor dicho!!!la epoca de "oro blanco" paso muy bien!!!
Ah y despues llega ardila lulle y le lava todo el dinero al señor victor raul!!!!jajaja que descaro y todo impune!!
La epoca de la mafia en todo su furor, cuando hacian lo que les daba la gana, cambios de jugadores por camionetas mercedes benz, don mateo con nacional, intimidaciones a arbitros en hoteles, es mas al arbitro del partido que sierra y galeano se comieron los penales el Dr Molina llamo al arbitro al famoso hotel de la 70 y le dijo, hermano usted hizo lo suyo tome la plata...
ResponderEliminarQue epocas tan cochinas, pan y circo para el pueblo, colombia quedando mal por el paseo al arbitro en aquella semifinal contra millonarios, despues nos hicieron quedar como un culo cuando amanazaron y casi matan al arbitro que pito contra vasco!!mejor dicho!!!la epoca de "oro blanco" paso muy bien!!!
Ah y despues llega ardila lulle y le lava todo el dinero al señor victor raul!!!!jajaja que descaro y todo impune!!
Muy buena columna Pascual, tal y como nos tienes acostumbrados. Buena fiesta hace 20 años, no obstante no tuviera edad para celebrar con frenesí. Lo que Chinaski comenta de la mafia parece más bien un comentario de esos que aparecen en eltiempo.com, pues nada de eso ha cambiado. América y Millonarios siguen empapelados, uno en la lista Clinton y otro comandado por la DNE. Al Medellín nadie lo quiere patrocinar y tiene a toda su ex-dirigencia vinculada a procesos con la justicia. Al Santa Fe le bajaron un presidente y le encanaron a un accionista. En fin, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
ResponderEliminarHilario, donde se consegui tu libro LA RISA DE DEMOSTENES, RARA, que lo he buscado por todas las librerias y no lo tienen por el momento?
ResponderEliminarTengo una amiga, Natalia Hangel, que le ha gustado muchisimo, como que exaltas la vida y que la muerte no existe.
Rocio puedes ir a Palinuro, en el centro de la city y alli desde ayer esta el libro exhibido(La risa de Demóstenes, rara, y por un precio comodo.
ResponderEliminarIgual de comodo a como te entra?, gran poeta hilario?
ResponderEliminarUy, me hiciste emocionar.
ResponderEliminarYo vi ese partido en la sala de mi humilde casa.
En los penaltis, mi papá y yo nos encondiamos en el murito para no ver, pero si oir, y gritábamos y nos abrazábamos después de las tapadas y los goles.
Mi padre se quedo hincha del rojo. Aunque siempre le hizo fuerza a nacional.
Yo, después de ese día, siempre verde.
Que bonito post!
Chimba de post. Yo soy Rojo hasta el tuétano. Pero lo del Verde ese día fue otra cosa. Yo estaba en Bogotá.
ResponderEliminarUna especie de misteriosa añoranza, de deseo apenas confesable por su absurdo motoriza esta entrada de Pascual, ese titulo tiene mucho trágico, sangre y fuego, bala y coca recuerdo en la plemica de los deportes(que nunca me la perdia) cuando Herna Pelaez decia que nos quitarian la casilla ganada en el mundial de Italia por el secuestro del aritro en bogota, solo un partido que me gusto contra Estudiantes en argentina con el gol del empate que hizo Felipe Perez( Que le encontarron una de las mas poderosas armas jamas vista en colombia en un allanamiento) pero la descremada foto, del hermano del que nos ha puesto a comer sancocho de cola esta vacana.
ResponderEliminaruka tenés buen ojo porque la boleta fue la que me obligó a escribir la memorita. Pero chinasky y vos son muy graciosos hablando de mafiosos campeones. Se les calló un viaje o qué. Y no fue independiente sino Racing. Ese rojo te tiene mariao.
ResponderEliminarNumeritos que tanto le gustan a Pascual he aqui un aporte.
ResponderEliminarFIFA/Coca-Cola World Ranking (140 paises)
44.Colombia.
Ranking del Índice Global de Paz (IGP), publicado por Vision of Humanity, un centro de estudios internacionales sobre la paz mundial. (144 Paises)
130. Colombia
Colombia entre los 15 menos pacíficos del mundo
Por los niveles de violencia, por la impunidad y la desconfianza entre sus habitantes, entre otros factores medidos, Colombia quedó entre Burundi y Corea del Norte es también el país más intranquilo de América, según el ranking del Índice Global de Paz.
El mesias debe continuar a ver si llegamos al puesto 44 como los del futbol que no son tan violentos