sábado, 22 de agosto de 2009
Dando guerra
“Ejército: clase improductiva que defiende a
la nación devorando todo cuanto en ella existe,
para que el enemigo no sienta la tentación de invadirla”
Ambrose Bierce.
El canto contra la guerra se entona desde las orillas más diversas. Ghandi es el santo patrono y la letra de las canciones se repite sin importar que venga en compañía de la nueva trova, el alarido punk o el estribillo pegajoso del parcero mayor. Cuando se clama por la paz se comete casi siempre un atentado contra la originalidad. Desde que Belisario nos puso a pintar palomas en la década de los ochenta hasta la petición de Mancuso para ser gestor de paz, la palabra mágica ha estado en el sermón de la iglesia, el volante de los opositores, el comunicado del gobierno, el discurso de los activistas, el mural de los artistas, la cantaleta de los locutores y las peticiones de los taxistas. Una religión universal con un mandamiento que parece imposible de cumplir.
Sin embargo, cuando el coro de siempre se acompaña con una repulsa puntual, con un grito contra el caso concreto, un derecho de petición, una tutela contra el fusil obligatorio, aparecen las diferencias de tono. Los integrantes de la Red Juvenil encontraron hace cerca de 12 años una manera de hacer que sus pintadas pacifistas tuvieran consecuencias en las brigadas. Siguiendo el ejemplo de los procesos de objetores de conciencia en España y Paraguay, comenzaron a hablar de la posibilidad de decir no al reclutamiento del ejército en las grandes jornadas de incorporación y al enganche uno a uno de los combos y las milicias en la ciudad. La organización que había surgido siguiendo la cuerda del trabajo de la Consejería para Medellín a finales de los ochenta, fue separándose poco a poco hasta convertir la renuncia a la guerra en una inspiración atractiva para el afiche y apropiada para servir como grito de independencia.
En medio de la ciudad que recibió su bautizo de fuego de parte de Rodrigo D y No nacimos pa’ semilla, unos jóvenes decidían decir que la guerra no era con ellos, que los fierros no eran gran cosa, la salvación no estaba en María Auxiliadora y que no querían ser pajes armados ni de El Patrón ni del Estado.
Cuando algunos miembros de la Red Juvenil de Medellín recibieron amenazas hace algo más de un año, cuando aparecieron los panfletos y las llamadas intimidatorias, la alcaldía ofreció poner dos custodios en la puerta de esa casa empayasada con aerosol en la Calle Bomboná. ¿Dos policías cuidando una fortaleza del antimilitarismo? ¿Un par de pistolas para proteger a los líderes de la organización pionera en la lucha por la objeción de conciencia contra el servicio militar en Colombia? No era posible. La casa es alérgica a los agentes del orden, los detectives, los inspectores, los vigilantes y los uniformados de todo tipo. Seguro que les habrían pintado a los policías una señal de prohibido en la pared, a lado y lado de la puerta, para que se recostaran y fueran las siluetas de un graffiti escala 1:1. Se busca una consecuencia cierta a la repetición de la palabra paz y se recibe una declaratoria de guerra.
La respuesta de Shaka y Heraldo Durango sobre cómo se resolvió el problema de las amenazas deja ver que el discurso y las intenciones de la Red Juvenil han ido mucho más allá de la libreta militar: “Pusimos la denuncia frente al Estado como una forma de hacer visibles las amenazas. Pero no nos interesa la protección de la policía, no queremos dos policías en la puerta pidiendo cédula, eso no aporta nada a la seguridad. Les dijimos: si los quieren mandar, mándelos a que ronden los alrededores, que cuiden las legumbreras de la cuadra, pero no más.”
El rechazo a la policía y el ejército se complementa con la desconfianza en las leyes y los jueces, el desprecio por los políticos y la apatía por la democracia como una simple carrera electoral. La Red Juvenil es en realidad la principal escuela de activismo político que tiene Medellín. Con una llamativa especialización en objeción de conciencia y antimilitarismo pero con materias y consignas para todas las reivindicaciones habidas y por haber. Así que la conversación va de las víctimas de los cuarteles a los verdugos que totalizan las cuentas de servicios públicos, del punk como un género de resistencia a la resistencia del machismo frente a la equidad de género, del desplazamiento interurbano al capitalismo mundano y de la tienda agro ecológica a la lógica agro explotadora de los palmicultores.
Shaka y Heraldo Durango son miembros de la Red a los que ya el apelativo juvenil les va quedando estrecho. Cuando llego a la casona alta en Bomboná me los encuentro en el patio discutiendo frases para acompañar la décimo sexta versión del Antimili sonoro. Un concierto que se ha convertido en la principal tribuna de los jóvenes disidentes en la ciudad. Nació con la herencia del Punk Medallo y algunas voces curtidas de la escena local. Primero fue una especie de ensayo de amigos en el Parque Obrero en Boston, amplificado con equipos caseros y con una docena de espectadores que intentaban descifrar la sigla NOVA que servía como telón de fondo.
Ahora el Antimili es una especie de misa campal para renovar los votos de la disidencia dura, para mover la aguja de las huestes mojigatas, para pelarle el culo desde la tarima a todo lo que pretenda ejercer autoridad, para reteñir algunas viejas consignas. Y digo que es una misa a cielo abierto porque la idea es que el alboroto tenga algo de ritual. Lo primero es no pedir permiso a la administración. Hablar con los vecinos del parque, comprometerse a cuidarlo e intentar que el cuento del autocontrol sea cierto. Demostrar que no se necesitan los tombos para que 4000 jóvenes puedan poguear a sus anchas sin necesidad de romperlo ni mancharlo todo. En los organizadores siempre está la idea de que el concierto sea algo más que un parche, que en los oídos queden pitando algunas ideas. Y que todo el mundo sepa que NOVA significa no violencia activa.
Nadie podrá decirles que no ha quedado nada después de tanta bulla. En Medellín, donde por una época los metaleros, los punteros, los raperos y otras aves formaron guetos y jugaron a las pandillas despreciando a los que habían educado el tímpano con voces distintas, el Antimili ha apostado siempre por la diversidad, por la unión de las crestas y las greñas. Así que la mencionada misa resulta siendo ecuménica.
Durante la conversación con Shaka y Heraldo Durango tengo impresiones distintas. Al comienzo, una ligereza en medio de una pregunta, me lleva a tratar al objetor de conciencia como un pelao que se rancha, un adolescente con una rabieta pacifista. Heraldo se retuerce en la silla y me para de entrada: “No Pascual, no es que el pelao se ranche sino que quiere defender una convicción personal, un derecho a no ser obligado vivir durante un año en un medio que contradice todas sus expectativas de vida y sus ideas.” Ya sé que mis contertulios son atentos y suspicaces a todos los discursos, examinan con recelo todo lo que reciben, ven mecanismo de dominación en los engranajes de una caja de música.
Un poco más tarde estamos hablando de sus acciones directas, sus salidas a la calle para agitar un tema y mover la modorra ambiente por medio de tambores, payasos y pelucas. Para saltar a las fuentes mientras la banda marcial retumba en un parque el día de la independencia. Ahora tienen un aire jovial y hasta ingenuo. Me dicen que han cambiado un poco las técnicas de boicot y confrontación por choques más sonoros y menos estruendosos.
En un momento aparece la frase para poner en el capitel de la puerta: “Somos una organización que tiene poder, que construye poder”. Antes había quedado claro el rechazo a acudir la los mecanismos legales para lograr las reivindicaciones: “Nuestro fin no es que la Corte Constitucional diga que avala la objeción. Sabemos que muy seguramente traerá la imposición de un servicio civil obligatorio. Además las leyes no son garantía de nada, no nos contentamos con los códigos. Queremos construir es desde la organización popular”. Aquí hay matices entre las posiciones de Shaka y Heraldo. En todo caso la Red tiene personas encargadas del acompañamiento jurídico a los objetores de conciencia, y una máquina de escribir se encarga de las tutelas y los derechos de petición en las afueras de la plaza de toros los días de los grandes reclutamientos del ejército. Ahora veo un grupo diverso con objetivos comunes, un colectivo con gente que apuesta radicalmente por olvidarse del Estado y gente que ve posibilidades de cambios por medio de las reformas legales y fallos judiciales. Anarcos y reformistas. No puedo evitar una pregunta política. Su discurso y algunos papeles en las paredes me hacen pensar que la meca del antimilitarismo en Medellín es también una casa roja, rojita con simpatías por un Teniente Coronel venezolano. Suspiro aliviado con la respuesta. Frente a Chávez también hay recelos y desconfianzas.
Al final me quedo con la imagen de unos pacifistas tercos, duros de doblegar con el discurso o la amenaza, capaces de chocar contra el escudo antimotín, sabotear desde la risa o argumentar para los juicios. Esa terquedad fue suficiente para romper la fila del Batallón Juan del Corral en Antioquia. Diego Alexander Pulgarín, un joven objetor reclutado en la terminal de transportes de Medellín, logró hace un año salir del ejército defendiendo su opción antimilitarista. Luego de cuatro meses de entrenamiento forzado, de marchar con las botas al revés y negarse a tomar el fusil, sus superiores se declararon en inferioridad: “Póngase la civil que su va para su casa”. Durante ese pulso desigual los miembros de la Red Juvenil sirvieron como abogados, psicólogos, hinchas y jefes de debate. Al final, un triunfo inesperado de la sencilla insolencia. Y un grito para celebrar con carcajadas: “¡Descansen, arrr!”
Esta entrada es una crónica que salió hace unos días en la revista Bogotana Cartel Urbano. Unos días después recibí una llamada de los integrantes de la Red Juvenil, concretamente de Heraldo Durango con quien hablé varias veces para escribir la crónica, en la que me decía que en la Red estaban indignados por el artículo. Casi me ponían una cita para responder ante un tribunal popular en su sede. Luego se calmaron los ánimos y me dijeron que era solo una invitación para comentarme sus múltiples molestias. Ahí quedó el asunto. Me dijeron que mandarín una carta para contradecir mi mirada sobre su trabajo y sus actitudes. Cuando aparezca la cuelgo por aquí. Por lo pronto lo que me pareció es que son una secta muy poco acostumbrada a que los mire alguien ajeno a sus consignas.
ResponderEliminarCartel Urbano
ResponderEliminarHijueputa, muy teso esto.
ResponderEliminarVe que chimba. Ahí en Cartel Urbano está la publicidad del lanzamiento del segundo disco de Calambuco, mi grupo de salsa. No sabía que habbía publicidad allí. Obviamente están invitados.
ResponderEliminarEsa carátula de la revista, muy creativa, pero algo disgresora, seguro querían lograr ese efecto, pero güácala!!
ResponderEliminarJuka mirá lo que dice tu filósofo de cabecera sobre el régimen Chavista
ResponderEliminarMirando la tabla:
ResponderEliminar-El líder Huila y el último Envigado han marcado los mismos 12 goles en las 7 fechas jugadas.
-Seis equipos no han logrado ganar dos juegos de los 7 disputados. América y Envigado todavía no celebran; y Equidad, Pereira, Chicó y Cúcuta solo han dado un grito.
- Pereira es el equipo menos vencido, apenas 4 veces han derrotado a Prono. Pero en los puntos no le va tan bien, tiene 7 y está de 13 en la tabla.
-Medellín con + 6 tiene la mejor diferencia de gol. Y quizá el mejor equipo.
-Nacional el único sin derrotas y Medellín el único sin empates.
- Entre los ocho clasificados hasta hoy hay seis equipos que quedaron por fuera de las finales el semestre pasado. Huila, Medellín, Nacional, Santa Fe, Millonarios y Pasto. Casi se pone patas arriba la tabla del 2009 / I. Sólo repiten Cali y Junior.
rockandgol Medellín 90.3 F.M.
1080 A.M.
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ResponderEliminarProfesor emérito de la Massachusetts Institute of Technology" (MIT) de Estados Unidos, Chomsky es uno de los intelectuales estadounidenses más conocidos y mejor valorados fuera de su país."
ResponderEliminarQue conste No estamos hablando de un columnista o un bloguero que recibe premios, ni le publican columnas en los periodicos. y agregaria algo mas no es mi filosofo de cabecera, yo diria que es como mi handbook politico, sus analisis sobre politica y sobre lo que hace EEUU son para mi exactamente lo que que son las publicaciones de legis para a los abogados.
y las estadisticas serian mejor asi:con los proximos 3 puntos que ya estan listos el tema sera Rojo total, asi que estare reservando otra vez pasaje para ir a la final.
ResponderEliminarEste medallo me mandó pa´l lunes renovado. Que festival en huila.
ResponderEliminarPascual, yo no sé si vos has caído recientemente a un anti-mili, pero eso si da tela para cortar, todo un banquete para que eso de la misa se ponga en tela de juicio. Las intenciones de la Red son una cosa, y muy positivas, pero yo poco creo en la aquiescencia de los vecinos.
Como diría Chinaski: "Radio Crimen emitiendo..."
Agghhh, ya me cae mal el viejo Noam...
ResponderEliminarComo se pone a sapotiar así, home.
Si es verdad que los intelectuales acaban borrando con el codo lo que ilustremente escribieron con la mano.
Juka, pues sería mejor que fuera tu filósofo, o tu lingüista de cabecera, y no tu oráculo político. Creo que en ese campo el intelectual "bien valorado" se desvaloriza más que un poco. No quedan muchos analistas políticos, quedan muy, muy pocos analistas políticos serios, conmovidos con el "mundo nuevo" creado por la revolución bolivariana. Solo el desprecio por el capitalismo puede llevar a enaltecer al chavismo.
ResponderEliminarNerön la crónica se escribió antes de 20 de julio que fue el día elegido para el último antimili. Hace unos años me asomé por uno pero la verdad no soy experto en las liturgias de la red. Por video también ví alguna recopilación de momentos. Y sí, me imagino la alegría de los vecinos con el concierto, más cercana a la resignación de la tercera edad enfrentada a una horda juvenil con cabezas puntudas. Estoy seguro que el Parque obrero no queda estrenando jardines luego de la algarabía.
ResponderEliminarContá alguna de tus visiones del concierto.
Pues son varias. Yo he caído a los cuatro últimos, y la propuesta artística es interesante, agrupaciones que confluyen en divergencia de géneros y la programación adquiere matices muy coloridos. Eso en la tarima.
ResponderEliminarSin embargo, no han pasado tres horas, y el espectáculo emerge de las mangas, agarrados a puñal, punkeros que ya no pueden con el viaje de pega, los que se quedan dormidos a las cinco de la tarde contra una banca de concreto porque la borrachera le arma propio concierto en la cabeza, una nube espesa de humo que me estanca a lo pajarito...
Mejor dicho, el discurso anti militar se torna en una rebelión juvenil que se va desviando, se transporta a una confrontación de libertinaje y prohibiciones. Una objeción para perder la conciencia.
Al anochecer, con una concurrencia aún numerosa, son pocos los que quedan de pie para esgrimir las consignas pacifistas.
POr que con esa narracion de NN me acorde de 2 hechos emotivos de rebelion juvenil:
ResponderEliminar1. Concierto de IRA en castilla, ya ni me acuerdo hace cuantos años, corriendo como locos pa poder escapar de la orda.
2. Concierto de KRAKEN en el carlos viecvo, cuando llegaron los pacificos punkeros y atacaron desde afuera!!!ayy Dios mio otro carreron para llegar a la 33 sin peligro alguno con lluvia de piedras!!!!
Claro que tambien un 5 de enero en santa marta me toco una chupameelculo en un concierto de Diomedez en plena caseta recien muerto juancho rois, que cuando me desperte de la borrachera solo veia una nube de botellas de whisky!!°jajajajaja que tiempos aquellos!!
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ResponderEliminar"Fui abandonado por mi propio país", reprochó Freddy Rincón
ResponderEliminar3. ¿Qué concepto le merece la actualidad del fútbol colombiano?
F.R: "Los mismos resultados lo dicen. El fútbol colombiano ha vuelto al punto cero. Infelizmente eso pasa, pero se necesita de una reacción rápida y urgente para poder revertir esa situación afortunadamente el equipo de Leonel es de lo mejorcito que se ve hoy por hoy me hubiera gustado haber jugado en el poderoso.
Yo no sé si es que uno cuando se va poniendo viejo como que todo le comienza a parecer frívolo o carente de actitud, o sin personalidad, o poco innovador...Sin duda tu artículo, Pascual, es lo único que hay para leer en CartelUrbano, pues de resto, que publicación tan mala y mediocre.
ResponderEliminarPascual, cómo influye esa respuesta negativa de las fuentes en tu trabajo periodístico? Cómo se responde frente a esa situación?
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