miércoles, 8 de diciembre de 2010

La favela 13





Los reporteros gráficos que persiguen batallas con un chaleco de agencia de prensa tuvieron hace unos días un trabajo inmejorable. Un ejército de fusiles, tanques, helicópteros contra un bando de desarrapados con el mismo poder de fuego, motos de asalto, túneles secretos y la seguridad de estar defendiendo un territorio independiente. Todo acompañado del color local que entrega un barrio popular en Río de Janeiro, una de las favelas que los periodistas han definido como una corona de espinas sobre la cidade maravillosa. Una guerra pintoresca entre callejones a solo 15 minutos de Ipanema, qué más se puede pedir.
Es increíble el parecido de esas imágenes con las escenas conocidas de la operación Orión o la operación Mariscal en la comuna 13 de Medellín. El escenario es exactamente igual, laderas que exhiben una geografía desordenada y desafiante de ventanas, cerros coronados por la cruz inmensa de un teleférico; el casting es calcado, las señoras desencajadas al pie de las puertas de lata de sus casas en las favelas del Complexo Alemao bien podrían estar en Juan XXIII o en El Pesebre; y la trama no tiene grandes diferencias: mafias locales que se han tomado los barrios a punta de fierro y advertencias y han adquirido la fuerza para retar o sobornar al Estado. Los resultados de la batalla también son muy parecidos, unos kilos de cocaína decomisados, el hallazgo de fusiles en los armarios cojos, algunos muertos y un control provisional con visita del presidente.
Las operaciones que toda Río siguió por televisión y que hoy generan aplausos en la gran mayoría de sus habitantes, tanto en los encumbrados barrios bajos como en los deprimidos barrios altos, están inspiradas en una visita del gobernador Sergio Cabral a Medellín en el 2008. La fórmula habla de fuerte presencia policial y una reforma urbana que cambie hábitos y genere derechos. Los corresponsales extranjeros hablan de una operación inédita en las ciudades brasileras, lo mismo que se dijo luego del asalto a la comuna 13 en Medellín. Aquí hubo toque de queda y un retén militar en la puerta de la comuna durante algunos meses. El gobernador de Río habla de 2000 policías (Unidad de Policía Pacificadora) durante siete meses en el Complexo Alemao. También las advertencias de las voces críticas en Río se escucharon en Medellín en octubre de 2002: “las cosas van a cambiar solo si la favela deja de ser un territorio puramente militarizado… No hay salud, debe haber una mejora radical de la educación y de la red de asistencia social”.
Nos hemos acostumbrado a hacer diagnósticos específicos para Medellín, a explicar sus desangres con algunas teorías históricas o sociológicas que la enmarcan como una anomalía. Parece que esa singularidad se ha extinguido, somos parte de una patología corriente. Ahora vemos que muchas ciudades del continente sufren males idénticos. Tal vez las mejores explicaciones, sin demasiadas vueltas, las haya dado hace unos meses un capo de barrio capturado en Sao Pablo: “Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Ya somos una nueva "especie", ya somos otros bichos, diferentes a ustedes. No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es otra lengua.” Hemos pasado, en favelas, comunas, villas miseria, del incipiente No futuro de Rodrigo D., al futuro imperfecto de Sebastián, Valenciano o Marcola.



8 comentarios:

  1. La favela 13 o la avalancha del barrio La gabriela por Calle Vieja?

    Dice mi novio que sintio como si un avion acelerara los motores.

    Que tal ahh!

    Los hijitos del policia jugando en el parque improvisado.

    El olor de toda la zona del antiguo basurero, la voz del fin.

    El dia 7 todo el mundo a la calle a celebrar las belitas o velas, para quien?: "No darle vela a uno" nada de lo que pasó, porque la vida sigue, diría una jauría de hormiguitas.

    Bien por mi abuela que las apagó y a la camita.

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  2. La segunda parte una película sobre la vida y la violencia en las favelas es la más vista en la historia del cine nacional brasilero.
    Tropa de élite

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  3. Dice el padre de una de las victimas de Bello: mi hijo esta vivo alla abajo en su especial cambuche, y por algo lo dice. Yo se y no me preocupo. Tiene doce años.
    Volvera como El retorno de los vivos muertos.
    Zombies es lo que abunda Don Abundio.

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  4. Me gusta Lily Renoir y su registro sobre zombies en estas tierras bendecidas por Dios por tener tantosa hijos.

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  5. Mi casita en Montechiquito se inundó toda y tuvimos que irnos para Montechiquitico, y aqui es peor. Son muy pobres, viviamos mejor alla.

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  6. Una diferencia conceptual es que en las operaciones militares de la comuna trece contaron con participación explícita de el grupo de paramilitares radicados en SAN Cristóbal.

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