martes, 8 de julio de 2014

La ley y el orden





Hace veinte años todo terminó en tragedia. A diferencia de lo que pasa hoy los periódicos buscaban encontrar una lección nacional en los temblores de la pesadilla. La selección entregó un final digno del desorden que imponía la mafia y la muerte no dio espacio para los simbolismos baratos. Un grito unánime pedía castigo para los asesinos, pero no era más que un estribillo de tribuna, el canto ingenuo a una camiseta sobre un ataúd. La realidad ha demostrado que los protagonistas de la muerte de Andrés Escobar siguieron caminando por la misma cornisa de siempre, amparados por el miedo, el poder, la plata y la ley.
Juan Santiago y Pedro David Gallón Henao han logrado que desde siempre sus nombres se pronuncien en voz baja. Para acusarlos o defenderlos la gente se tapa la boca y suelta un susurro. Se dice que entraron a las grandes ligas de la mafia cuando los Ochoa se hicieron célebres y perseguidos. Eran sus amigos y herederos naturales. También se mencionan sus nombres en la historia de la creación del Bloque Metro en el municipio de San Roque. Entre sus compañeros de lides suenan siempre Santiago Uribe Vélez y Luis Alberto Villegas Uribe. Los caballos, las armas y la coca son recurrentes en cada una de sus historias. En 1997 aparecieron las primeras pruebas para hablar con confianza sobre los Gallón Henao. Un allanamiento al Parqueadero Padilla, a quinientos metros de La Alpujarra, entregó cientos de papeles y disquetes sobre las operaciones de narcos y paras. Allí figuraba un archivo contable a nombre de ‘Don S’ y ‘Santi’, que según funcionarios del CTI correspondía a Santiago Gallón. Pero ‘Lucas’, el más importante de los capturados en el parqueadero, terminó huyendo por la puerta principal de Bella Vista en septiembre de 1998 y Gallón Henao fue absuelto de sus vínculos con los paras en 1999. Las conversaciones por beeper entre ‘Lucas’ y ‘Santi’ quedaron como simples anécdotas.
Poco a poco los testimonios y los hechos desatados por la desmovilización de los paras y la ley de Justicia y Paz dejaron alguna claridad sobre los oficios de los llamados caballistas. Su contadora de confianza se desmovilizó en 2005 como integrante del Bloque Central Bolívar. Su amigo y socio de tierras, Luis Alberto Villegas, fue asesinado por orden de ‘Julián Bolívar’ por no reportar un laboratorio que había montado supuestamente en compañía con los hermanos Gallón Henao. Los testimonios del ‘Tuso’ Sierra los sitúan sacando coca por Urabá bajo el amparo y la vigilancia de ‘El alemán’. Y un ex policía, alias Pacho, los ubica como enlace con la policía, específicamente con Santoyo, para proteger a la gente de ‘Rogelio’ en la Oficina.
En 2009 a Santiago Gallón no le quedó más que entregarse y aceptar su relación con al menos cinco frentes paramilitares. Al momento de presentarse a la Fiscalía apareció acompañado del Coronel (r) Ricardo Salgado Pinzón, actual director de la Empresa de Seguridad Urbana de Medellín y ex director de la Sijin. Extrañamente pagó su condena en la cárcel de Yarumito, un sitio de reclusión reservado para ex funcionarios públicos. Digamos que es como si lo fuera. Quienes lo conocieron allí dicen que alardeaba de sus relaciones con Mauricio Santoyo y otros policías y militares. Parece increíble que luego de participar en el asesinato de Andrés Escobar, los Gallón Henao hayan logrado seguir su carrera criminal con pequeños sobresaltos, mirados con reconocimiento por políticos, comerciantes, policías y militares. Iconos entre los pillos, protegidos por la ley y el orden.

4 comentarios:

  1. Los gallon henao,ya les esta llegando la hora viven un infierno,porque los bandidos de envigado les cobran una cuota mensual de mucho $$$,y ya estan
    estan mamados de pagar impuesto,a los que antes eran sus trabajadores,ya no traquetean porque un senor con un alias que se come con buñuelos en diciembre,se les apodero de las rutas y los saco del negocio,y ahora es el que los manda,por eso se que tienen sus dias contados....

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  2. Gracias Pascu. Muy interesante tu nota con buen tono y buena letra.

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  3. La memoria y la verdad nos alumbrarán el camino. Sólo ellas nos pueden salvar ya, en este país envanecido en la cultura mafiosa. Gracias Pascual por su valentía y su pluma.

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