En el banco está
Claudio Ranieri, un perdedor profesional según las palabras de José Mourinho,
un romano que no tiene idea de que Leicester todavía conserva ruinas romanas.
Llegó desde Grecia luego de una provechosa derrota 0-1 ante Islas Feroe en
las eliminatorias de 2014 para la Eurocopa. La arruinada Grecia confirmaba en la
cancha su saldo en los bancos. Ranieri llegó obligado a mantener al recién
ascendido Leicester City en las pantallas de la Premier League. Y sus secretos parecen los de un profesor de
educación física: “Jugamos los sábados, así que los domingos son libres.
Empezamos el lunes con un entrenamiento ligero, como en Italia. El martes,
entrenamiento duro. Y el miércoles reposo absoluto. El jueves hacemos otro
entrenamiento duro, que terminamos el viernes". Sus jugadores los
sorprendieron primero en el comedor y luego en la cancha: “A veces estoy en la
mesa y me quedo asustado de la cantidad de comida que comen. Nunca había visto
a jugadores tan hambrientos. Las primeras veces me sorprendió, pero tuve que
aprender a verlo y sonreír”.
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En el arco está
Kasper Schmeichel, tampoco sabe que los daneses tuvieron su reino en esas
tierras medias de Inglaterra. A sus 29 años no se puede decir que es novato,
sabe suficiente de derrotas como es indispensable para cualquier arquero. En su
primer día con la selección nacional encajó 3 goles en 24 minutos frente a la
temible Macedonia.
Robert Huth, un
alemán de 31 es el ogro en la defensa, un luchador de área que bien podría ser
lanzador de martillo. Pero nadie puede decir que no sabe cuidar las 18, ha
vestido la camisa alemana al lado de Oliver Kahn, de Lahm, de Ballack, no
importa que la última vez haya sido en 2009, en un apretado 7-2 frente a
Emiratos.
Christian Fuchs
es otro de los encargados de las tareas opacas en el área propia. Un Austriaco
invisible hasta para los árbitros, luego de 375 partidos oficiales no conoce la
roja. Es sin duda un hombre paciente, necesitó 11 juegos y 4 años de
convocatorias para celebrar un triunfo con su selección.
Danny Simpson es
el primer inglés de la formación, conoció a Rooney, a Piqué y a Ferguson como “practicante”
del Manchester United en 2008.
Wes Morgan es el
capitán de los zorros, con 32 años no olvida su debut con la selección
jamaiquina frente a Francia, un 8-0 formador para cualquier defensa. Solo ha
conocido dos equipos, el Nottingham Forest, último chico en ganar la liga
inglesa, y el Leicester que ha pasado de la escaramuza a la amenaza.
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El medio campo
está lleno de fondistas. Eso llevó a Ranieri a decir: “somos como Forrest Gump,
lo que hacemos es correr y correr”. Marc Albrington tiene tres camisetas de
Inglaterra en su closet, fue suplente en tres juegos de la selección sub-21 en
2010, tal vez también haya guardado la camisa del Rapid de Viena contra el que
disputó uno de sus tres juegos en copas internacionales. Hace poco se ganó un
bingo, marcó el gol 20.000 de la Premier.
Danny Drinkwater
es otro corredor inglés, también pasó sus minutos en los camerinos del Manchester
United, y luego de cuatro “cesiones” el Leicester pagó 900 mil euros por su
pique.
N’golo Kanté
llegó con buena fama desde el Caen de la segunda división francesa. Quitar y
entregar rápido es su filosofía, la misma de su equipo al que no le gusta tener
la pelota, siempre se la entrega al rival, así venga de visita. Un Buen
anfitrión, aunque algo traicionero.
Shinji Okasaki
es el mundialista del club y la ficha más costosa (10 millones de Euros) en
este equipo que lleva la contabilidad en una sola página. En Japón y Korea fue
suplente en los cuatro juegos y sufrió desde el círculo central la eliminación
por penales ante Paraguay. En Brasil marcó la honrilla en el 4-1 frente a
Colombia. Le puso emoción al baile. Un japonés formado en Alemania es un sueño para cualquier técnico.
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Más cerca del
arco contrario están Riyad Mahrez y Jamie Vardy. Entre los dos han marcado el
68% de los goles del equipo en esta temporada. El argelino llegó costando 500
mil dólares desde la segunda división francesa y es la perla según el balance del
dueño tailandés. Un experto en vender rebajas en aeropuertos. Vistiendo la camisa 9 está Jamie Vardy, un delantero de
esos que estallan tarde, a los 29 años. Solo por llevar la contraria. Hace poco le quitó a Van Nistelrooy su
record de 10 partidos consecutivos celebrando en la Premier y varias veces le han prestado la camisa 9 de la selección inglesa. Aunque sin suerte. No ha podido marcar con el escudo real, ni siquiera jugando
90 minutos en un 6-0 frente al naufragado San Marino. Ranieri reza para que use
su olfato en las cacerías caseras.
El Leicester se ha
convertido en un emblema inesperado en tiempos de escándalos tributarios y
tablas de inversión superpuestas a tablas de clasificación. Ya lo dijo Alan Shearer,
“si el Leicester se proclama campeón de la Premier
League no solo será la mayor
hazaña desde su creación, sino la mayor que jamás hayamos contemplado en la
primera categoría inglesa"; y Lineker, ahora vestido con el traje de
presentador, prometió los suyo, “si el Leicester gana la Premier el primer programa de la próxima temporada lo presentaré en
calzoncillos”. Es tiempo de que en la cancha se demuestre, como lo ha dicho
Javier Marías, que el fútbol no es solo “calidad y pizarra, porque en él están
también los sentimientos que rigen la vida: hay coraje, hay solidaridad, hay
vergüenza, hay revancha, hay nobleza y hay encono”.
Salen a jugar, a meter, no se sienten estrellitas como James y los colombianos en Europa.
ResponderEliminarEstrellitas como el futbolista local que se siente vedette, incómoda vecinos,ni siquiera mejoran su técnica, cada ridículo en las ligas locales.
ResponderEliminar"Un japonés formado en Alemania es un sueño para cualquier técnico." Buen apunte.
ResponderEliminarBuena por los equipos chicos que también pueden si se atreven.
ResponderEliminarUrrrrraaaaaaa!
Buena por los equipos chicos que también pueden si se atreven.
ResponderEliminarUrrrrraaaaaaa!