El 25 de noviembre de 2003
se desmovilizó en el Palacio de Exposiciones de Medellín el Bloque Cacique
Nutibara, fue el primer desarme de las estructuras de las Autodefensas Unidas
de Colombia. Entre los cerca de 800 hombres y mujeres estaba Julio Cesar
Perdomo González, alias ‘El Viejo’, hombre de confianza de Don Berna. Perdomo
asumió muy pronto un papel protagónico como líder y gestor de los proyectos
para la reintegración. En el 2004 ya tenía su oficina, la palabra es ya una
acusación, en el barrio Sol de Oriente en la Comuna 8. Su sede, mirador, fuerte
y casa de castigo se conocía como La Cabaña. Desde ahí comenzó a ejercer por
partida doble. Formó la Cooperativa de Trabajo Asociado Omega que pretendía
montar proyectos para beneficio de desmovilizados y comunidad. La Cabaña tenía
marranera, galpones, huertas y campo de Paintball para no olvidar del todo los
vicios del gatillo.
Pero Perdomo y Edwin
Tapias, un antiguo compañero del Cacique Nutibara, decidieron diversificar.
Cobraban 250.000 semanales a las tiendas, vacunaban a los buses que llegaban
hasta el parqueadero que acondicionaron, distribuían la marihuana en seis
barrios y tenían un modesto deshuesadero de carros robados. Igual, Perdomo seguía
posando de líder comunitario e influyendo en procesos de Presupuesto Participativo,
además de mediar en disputas entre los combos de la zona. También hacía de “inspector
de policía”, dando escarmiento a ladrones, y de urbanizador pirata entregando
lotes a desplazados. La verdad era que trabajo sí tenía. Los testimonios de
habitantes del sector en la época hablan de La Cabaña como centro de torturas y
ajusticiamiento.
Luego de dos años como
patrón del barrio, las denuncias sobre Perdomo y sus excesos de líder
comunitario y duro comenzaron a crecer. En octubre de 2006, la Unidad Permanente
para los Derechos Humanos de la Personería advirtió de las extorsiones, el
desplazamiento y las presiones sobre líderes antiguos de la zona. El secretario
de gobierno del momento, Gustavo Villegas, negó la existencia de denuncias
concretas contra los desmovilizados del sector. Tal vez ahí comenzó el cuento
con ‘El Viejo’. Pero era imposible sostener esa mentira de liderazgo,
resocialización y violencia. El 5 de febrero de 2010 Perdomo fue capturado
junto con 20 personas de su estructura en Caicedo. Una semana después aceptó
cargos por Concierto para delinquir agravado, desplazamiento forzado, homicidio,
constreñimiento y extorsión. Pasó algo más de 4 años en la cárcel y volvió a
las andadas. En 2014 estaba trabajando en recuperar su poder en las comunas 8,
9 y 10. Y desde hace año y medio era el hombre de confianza de Gustavo Villegas,
secretario de seguridad, para impulsar el sometimiento del flanco mayoritario
de La Oficina. Además de ser su hombre para corregir algunos torcidos: robos de
carros, crecimiento de extorsión y fleteros virales en redes sociales. Perdomo
era un jefe de policía del lado oscuro. Y según parece más eficiente que el del
lado claro.
Hasta que vino la segunda
captura el pasado 15 de marzo en Medellín. Ahora la acusación era por concierto
para delinquir, tráfico de estupefacientes y desplazamiento forzado. Caía el
hombre que traía las razones de Pichi, Barnie, Douglas y Pesebre desde las
cárceles. La policía habló de 250 hombres a su mando en el centro oriente de la
ciudad. Al momento de su captura Federico Gutiérrez trinó pidiendo denuncias: “Autoridades
hacen su parte. Luego de captura de Julio Perdomo es importante que ciudadanía
denuncia hechos delictivos que lo relacionen”. Mientras tanto su secretario de
seguridad le avisaba a Perdomo, según dice la Fiscalía, sobre operativos contra
sus hombres y omitía denuncias para crear confianza. Parece que el hombre
encargado del sometimiento terminó sometido. Poco a poco la familiaridad y la
temeridad lo llevaron a cruzar líneas no permitidas para un funcionario. Por
menos fueron condenados varios en la trama parapolítica. Hasta ahora, todo
indica que el secretario prometía más de lo que podía cumplir en materia
judicial, y entregaba más de lo recomendable en materia administrativa.
Ya no sabe uno si es mejor, no saber tanto, entre menos sabemos menos sufrimos ... Que corrupción tan HP
ResponderEliminarPascual;la corrupcion en este pais es tan grande e inmanejable que uno cree que no hay solucion y que quien sabe diablos vamos a conocer y eso que nos echaron el cuento que el mayor mal del pais era la guerrilla; eso fue mentira y eso que esta gente causó mucho mal.
ResponderEliminarMe queda una pregunta y es: en manos de quien estamos? Llevados por la corrupción y el hampa que ya no tienen límites. Horror de país
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