Los
barrios pasan poco a poco del silencio fantasmal al bochinche. No solo de firmar
planillas vive el hombre. Cada vez se levanta más gente dispuesta a asumir un
riesgo inevitable. Hace un mes se miraba por ventanas y balcones, y se pasaban
las tardes bajo el marco de las puertas, un pie afuera y el tapabocas asomando
por la reja. Los “muchachos” hacían las veces de vigilancia desprevenida,
vagando un poco, cuidando la plaza de siempre desde la distancia, atendiendo
algunos asuntos con teletrabajo. Lo más importante al comienzo era que la gente
cumpliera las obligaciones de aislamiento. “Todo el mundo juicioso”, era la
consigna cuando el miedo estaba intacto y la necesidad se veía unos días más
adelante.
Pero
las cosas no se cuidan solas y el encierro aburre. Algunos pillos comienzan a
ganar un poco de terreno, más audaces frente al virus y a sus enemigos. Poco a
poco se dan cuenta que es hora de ejercer su papel de “actores sociales”,
prestamistas eventuales, organizadores comunales, políticos locales y
vigilantes habituales. Llegó la hora de trabajar. El trapo rojo es para ellos
una señal y un instrumento, lo atienden y lo cuelgan. Son el soporte que mejor
conoce las necesidades. Tienen un censo más claro que el SISBEN IV, saben cómo
se llega al link de la alcaldía para lograr las ayudas y son parte
activa de la política menor. A propósito, las Juntas de Acción Comunal están en
elecciones, un momento preciso y fatídico.
Los
combos tienen respuesta inmediata frente a la urgencia. Aplazan las cuotas del
pagadiario y entregan nuevos préstamos, prometen un trabajo para la próxima
semana, “organizan” la distribución de los paquetes oficiales. Ganan poder y
legitimidad. En Italia está claro desde hace varias semanas. Lo dice con todas
las letras el fiscal general antimafia: “Buscarán prestar dinero a usura a
empresarios. A intereses bajos, para competir con los bancos. La gente irá a
buscarles: hoteleros, restauradores. El objetivo del usurero mafioso es
arrebatarles esa actividad comercial cuando poco a poco suba los intereses y el
empresario no logre pagar. Una vez sustraída, el mafioso la usará para lavar
dinero. Así funciona. Para esto servirá este periodo”.
En
Medellín, en el barrio Belén Zafra, ya hubo entrega de mercados de mano del
líder de Los Pájaros. En la Comuna 13 hay denuncias sobre las actuaciones de la
banda La Agonía, apelativo crudo para el momento, como encargada de la entrega
de mercados que llegan con sello oficial. ¿Qué pasará con los jóvenes de 14 a
16 años que cumplirán meses sin clases presenciales? Los reclutamientos se
harán más sencillos y el poder ilegal muy posiblemente tendrá nuevos
reconocimientos. El Estado llevará su culpa de lentitud e ineficiencia, sea por
culpa o por simple inercia, y los duros se lavarán con una porción de los
alivios y mantendrán el respeto por temor. Ahora ya no se vigila quién viola la
cuarentena sino quién puede ser medio de contagio. Los ancianos temen ser
atendidos en sus casas. Se viene el desplazamiento por sospechas de Covid19.
Poco a poco toser será una señal peligrosa.
Seguridad
epidemiológica y alimentaria. Los alcaldes menores del Valle de Aburrá cercan
sus municipios con decretos y dan declaraciones como si estuvieran en
Divercity. Los mandos en los barrios comenzarán a ejercer igual. El alcalde de
Palermo en Sicilia sabe que la pelea será difícil: “Cuando uno está
enfermo y el médico no llega, termina acudiendo al curandero. Debemos evitar
que llamen a la puerta estos falsos médicos. Los mafiosos están alimentando el
malestar social para transformar a los nuevos pobres en correos de droga,
esclavos. Solo el dinero público es la alternativa al dinero mafioso.” Los
liderazgos están hechos para ejercerlos.
Si claro los gota a gota están teniendo un auge impresionante y los mafiosos, detrás de ellos pasarán a tener más poder sobre la gente, que vive en sus zonas de influencía. Impresionante y aterrador
ResponderEliminarGracias pascual...un paisaje de los barrios y un país desde adentro
ResponderEliminarGracias Pascual por la columna y los reportes diarios. ¿Por qué los mercados de la fundación EPM los traen desde Bogotá? se tendrán que pagar muchos favores.
ResponderEliminarMuy buena columna pascual en este momento de la curva esto es individual... Sálvese quién pueda y cómo pueda, lastimosamente son los gobernantes que nos merecemos.
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