martes, 30 de diciembre de 2008
Diarios íntimos
Los diarios de dos mujeres jóvenes, acostumbradas a repetir todas las mañanas el santo y seña de una obligación contraída desde antes de nacer, se han convertido en el testimonio más creíble y más atrevido acerca de la señorona decadente y porfiada que encarna la revolución cubana. Una especie de madrastra omnipresente y feroz. Wendy Guerra y Yoani Sánchez no olvidan el coro de una infancia enfundada en el uniforme rojo y blanco de los escolares cubanos: “Pioneros por el comunismo: seremos como El Che”. Ambas fueron educadas como “pequeñas máquinas de consignas” cuando la revolución había convertido el heroísmo en catecismo. Treinta años largos de rezar a los santos barbones, de oír las respuestas cautelosas de sus padres a las preguntas imposibles, de sentirse traidoras frente al monólogo de sus amarguras han convertido sus cavilaciones en una impugnación colectiva, un llamado a la rendición de cuentas.
Los diarios femeninos, acostumbrados a ser fetiches eróticos, juegos ingenuos de fantasía o desahogo contra la asfixia de la vida doméstica, son en la Cuba de hoy el más poderoso de los instrumentos políticos. El blog de Yoani Sánchez convierte la anécdota trivial, la más frívola de las carencias en una reflexión sutil lejana a la rabia y vecina de la risa. El cierre de trece fábricas clandestinas dedicadas a la producción de hebillas -pellizcos en el lenguaje habanero- merece la exhibición de los nudos propios de su melena y de un Estado maniático: “Parece que perseguir más intensamente a los fabricantes privados forma parte de los nuevos cambios que tanto se exhiben hacia el extranjero. Por sí o por no, y como protesta ante esta razia, llevaré el pelo suelto por estos días. Es la forma que tengo de decirme Yoani, acostúmbrate a la desaparición que los accesorios que permitían domar tu melena”.
La nueva novela de Wendy Guerra, Nunca fui primera dama, está llena de dramas mayores que los sencillos atascos del cepillo. Una locutora radial con su misma edad, su mismo apellido y una voz “neurovaginal”, sufre un arrebato durante su programa diario. Se atreve a “expresarse” en vez de simplemente “transmitir” y la voz del Estado sale en su ayuda. Le recomienda un tratamiento psiquiátrico en la clínica militar: “porque los jóvenes se forman, no se abandonan. No se trata de paternalismo, pero a los jóvenes hay que ayudarlos, no nacen sabiendo. No creo que la genética sea irreversible, puede educarse.” Guerra decide entonces hacer el programa desde su casa, recluirse y renunciar a la cabina del régimen, hablarle a su grabadora, hacer programas adornados con canciones para sus amigos. Se da cuenta, como la mayoría de jóvenes de su generación, los nietos del 1 de enero del 59, de una larga tragedia: “No ser nada para lo que fui diseñada (o mejor), ensamblada”.
Esos programas privados que circulan entre amigos y cuentan anécdotas personales, esas confesiones clandestinas de que está hecha la novela circulan de forma muy parecida a las palabras de Yoani y Wendy en La Habana real. Capítulos fotocopiados que reclaman la firma de la autora, entradas del blog impresas y guardadas entre los libros que exaltan la revolución. Mientras muchos jóvenes y no tan jóvenes de Latinoamérica siguen soñando con las apoteosis de la Sierra Maestra, dos escritoras que fueron “ideadas y estructuradas” por la revolución vaticinan en un nuevo coro la celebración del eterno medio siglo: “Los días primero de enero aquí se conmemora todo y no se festeja nada. Primero de enero a esta misma hora: triunfo de la revolución efemérides y banderas colgando de los balcones junto a la ropa interior. Todo duerme”. “Las revoluciones no duran medio siglo, les advierto a los que me preguntan. Terminan por devorarse a sí mismas y excretarse en autoritarismo, control e inmovilidad. Expiran siempre que intentan hacerse eternas. Fallecen por querer mantenerse sin cambiar.
Yo la conocí cadáver, se los digo. Aquel año 1975 en el que nací, la sovietización había borrado toda la espontaneidad y nada quedaba de la rebeldía que evocaban los mayores. Los escapularios con los que habían bajado de la montaña estaban ya proscritos y aquellos soldados de la Sierra Maestra, se habían vuelto adictos al poder.
El resto ha sido el prolongado velatorio de lo que pudo ser, los cirios encendidos de una ilusión que arrastró a tantos. Este enero la difunta cumple un nuevo aniversario, habrá flores, vivas y canciones, pero nada logrará sacarla del panteón, hacerla volver a la vida. Déjenla descansar en paz y comencemos pronto un nuevo ciclo: más breve, menos altisonante, más libre.”
Un feliz año para todos. Espero que se beban las 12 uvas.
ResponderEliminarFeliz año. Mucha suerte a todo el mundo con el sancocho del 1 de enero, que quede muy bueno, que la carne se les multiplique en la olla.
ResponderEliminarFeliz año a todos.....
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ResponderEliminarBelisario!
ResponderEliminarAcabo de leer el comentario de Felipe Zuleta... Que risaralda. Todo niño chiquito.
Que vivan las hormigas!
Aquí va un enlace con interesante respecto a la revolución cubana. Son las palabras de Enrique Meneses el periodista español que acompañó durante casi un año los recorridos por la Sierra Maestra. Me impresionó sobre todo su respuesta a la última pregunta:
ResponderEliminar"¿ Cómo ha sido posible que los hermanos Castro se mantengan en el poder durante 50 años ?
De la misma manera que Franco se mantuvo en el poder durante 40. Pero, en el mundo occidental las ideologías extremas ya no tienen cabida."
Para seguir con las mujeres y desvirtuar las acusaciones de machismo que me llovieron por aburrirme con las Marías (Duzán y Rueda) va una frase de Anna Politkovskaya, la periodista rusa que escribió un libro denunciando la masacre de los soldados de Putin en Chechenia para luego ser asesinada, su frase se refiere a los tiempos soviéticos y creo que sirve para hablar de las zozobras y las desconfianzas que Cuba importó desde la URRS.
ResponderEliminar"Por aquel entonces el KGB se encontraba en el apogeo de su poder y todo el mundo tenía miedo sin saber exactamente por qué. Era la época de la doble vida y la triple moral. La época en que el jefe tenía un rostro que miraba a occidente y otro que miraba hacia su pueblo. La época en que una poderosa maquinaria para lavar cerebros funcionaba día y noche bajo la dirección del partido. La época en que solo los cínicos tenían posibilidad de triunfar".
Esa acusacion de machismo me parecio charra y francamente ridicula, Pascual que nos mantiene hasta cacorros con los poemas de la polaca y con Yaoni es acusado de machista porque no le gusta como escriben las chicas con clase del columnario nacional.
ResponderEliminarParece existir una policia de la ley de cuotas aca en los blogs, un man que tiene un blog escribio un insulto que a mi me parecio muy bacano "parecen unas niñas emo chillando a toda hora" les dijo a unos manes que no hacen sino quejarse, y taque, ahi mismo un monton de comentarios en su blog diciendole machista. Es ridiculo. Pero todo lo ridiculo tiene la ventaja de ser charro tambien.
De verdad que el mercado de lágrimas de muchos blogs y foros de prensa es conmovedor.
ResponderEliminarMe lla`mó la tención estos dos párrafos publicados en El Colombiano sobre la revoluciòn cubana. Son tomados de AP. Parecen elogiosos para un periódico que sufrió de paranoia roja hasta hace no mucho. Son graciosos esos balances tan simples. Y de verdad que eso un gran desarrollo tecnológico en Cuba parece un chiste cruel.
"Cuba tiene muchos logros que mostrar en estos años: una baja mortalidad infantil, alta tasa de vacunación y nada de epidemias; una educación gratuita hasta los niveles de postgrados, un desarrollo científico notable y un modelo de seguridad social estatal que ampara a toda la población.
Sin embargo, los ciudadanos se quejan del bajo poder adquisitivo de los salarios, una buena cantidad de prohibiciones, la escasez de vivienda o del implacable mercado negro. Mientras algunos disidentes protestan por la existencia de unipartidismo."
Como chistosa la cosa de los balances con la revolución cubana. tienen logros inocultables como los tan mentados bajos índices de analfabetismo y de médicos por habitantes. De todas maneras uno se pregunta cuanto valorarán la libertad de opinión, será que pesan más los unos que lo otro?.
ResponderEliminarVaya uno a saber.
Parece que para las preferencias de uno también habrá que cumplir la ley de coutas, por lo menos un tercio del otro sexo, de lo cantrario puede uno padecer de una desviación sexista.
Yo a los 18 años tambien repetia como un lorito los argumentos de la educacion y la salud, mi opinion cambio con los años que me han vuelto muy neoliberal, pero ademas del paso del tiempo que es una cosa muy reaccionaria (y parece que de derecha) tambien me sustentaron mi opinion los libros de Gutierrez y de una señora que escribio un libro ni el hijueputa que se llama "la habana en el espejo" y para acabar de ajustar esta doña Yaoni. Pero es preferencia personal como dice Eureka, a mi simplemente no me parece bien ese regimen, yo no quisiera vivir alla. !que vivan la ley 100 y las universidades con prestamo del icetex!
ResponderEliminarUn datico procarioca: En Brasil el estudio con unos manes tesisimos de posgrado tambien es gratis. Eso segun un amigo que estudia alla un doctorado en la universidad de Campiñas (el man hizo la maestria alla estudiando gratis y costeandose el mismo la comida y la vivienda, ahora el estado de Sao Paulo le paga por estudiar una cosa que sabra el putas para que sirve "computacion cuantica", el estado de Sao Paulo lo manda a Canada a exponer y a tratar de conquistarse alguna chica en los paseos, no le ha ido bien con las chicas, me dice que la cosa no es facil por alla, el me dice que el idioma portugues de las universidades es muy tecnico y poco versatil).
Finalmente una cosa que siempre repito, los pocos cubanos que he conocido me parecen muy bacanos, no se porque pero me producen simpatia a primera vista, deben ser los genes del polo de mis padres.
Hace un tiempo, tuve la oportunidad de entrevistar a Wendy Guerra en un festival de escritores en Bogotá (39/39). La entrevista tuvo lugar en un recinto abierto ante casi doscientos personas. Wendy saludó, con ironía, a los infiltrados de la embajada cubana escondidos entre el público. Después de la entrevista, que estuvo llena de comentarios políticos, Wendy me autografió una copia de su novela Todos se van . Mi esposa estaba embarazada entonces. “Para Tomás –escribió—con la esperanza de que nunca tenga que vivir lo que he vivido”.
ResponderEliminarYo pienso, sin el verbo pez, que si uno se aburre de las excelentes columnistas de Maria Jimena Duzan, Rueda, Lopez, sobre todo de Maria Jimena, , no esta usted con ese machismo de que lo acuso otro periodista por aqui, haciendo d ela exclusion a las mujeres una aptitud desvergonzada, mamerta y goda?... En que estamos señor Pascual, por donde agarramos el morueco en este año "desisivo", hundimos la critica contundente o de la intensidad de la palabra y nos conformamos con nuestros criticos institucionalistas como usted segun parece, y le damos mas hijos a esta patria para que siga todo como esta? que bueno, no?
ResponderEliminarPorque le molesta que critiquen al presidente, con esas metidas de pata, por apoyar el militarismo en guerra es guerra? Entonces los pacifistas sin ningun arma automatica, mas que la palabra, son tildados de odiadores del sistema, y vengansen todo el mundo abajo, como si estas señoras fueran el demonio. No mi querido Pascual Gaviria, hay que seguir siendo criticos, y en materia politica cuidado que hay que ser muy cuidadosos para no apoyar aptitudes y direcciones fascistas en el poder. Por qué no le damos un punto de admiracion a la estrella de la tarde que esta saliendo por estas nochecitas supremamente evocadora. Con razon ese poema de Barba Jacob sobre la estrella de la tarde, Venus, que se ve hermosisima como un diamnmate en El valle de aburra.
Se me ocurre enviarles este texto que salio publicado el sabado en Babelia de El pais de Madrid, de Juan Goytisolo, sobre los treinta años del Diario deL ladron de Jean Genet.
ResponderEliminarLa prostitución, el robo, la miseria y las humillaciones formaban parte de la cotidianidad en el Barrio Chino de Barcelona, en los años treinta, que Jean Genet narró de manera descarnada en Diario del ladrón. El escritor Juan Goytisolo, que conoció bien al autor francés, repasa la potente influencia que tuvo esa época en su obra posterior.
1932. España estaba cubierta entonces de vagabundos: sus mendigos iban de pueblo en pueblo, por Andalucía en razón de su buen clima; por Cataluña, de su riqueza, pero todo el país nos era favorable. Fui así un piojo con la conciencia de serlo. En Barcelona, frecuentábamos sobre todo la calle Mediodía y la del Carmen. Nos acostábamos a veces seis en un jergón sin sábanas y, al amanecer, íbamos a pordiosear por los mercados. Salíamos en banda del Barrio Chino y nos dispersábamos con un capacho bajo el brazo, pues las amas de casa nos daban más bien un puerro o un nabo que unos céntimos. A mediodía regresábamos y nos hacíamos la sopa con lo recaudado. Lo que voy a describir son los hábitos de la canalla.
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La galería de personajes genetianos no difiere mucho del hampa sevillana que conoció Cervantes
La madre ausente será el punto de partida de su andadura literaria hasta su obra maestra, 'Un cautivo enamorado'
Caído en la abyección, Genet decidirá asumirla y convertirla en virtud suprema. La escala de valores de la sociedad biempensante no será la suya sino dándole la vuelta: lo vil se transmutará en noble y lo noble en vil. El proceso de subversión íntima iniciado en el antiguo Barrio Chino barcelonés será largo y accidentado, y se plasmará en la siguiente década en sus primeras obras poéticas y narrativas escritas en la cárcel parisiense de la Santé. El joven inclusero, mísero e indocumentado se consagrará al robo, la prostitución y la mendicidad en su anhelo de alcanzar la dureza empedernida del criminal con la misma entrega de quien se inicia en los arcanos de una creencia mística y de su áspero camino de perfección espiritual.
Los piojos, escribe en Diario del ladrón, eran el signo más visible de su indignidad, tan representativos de su condición de paria como las joyas que adornan a aristócratas y burgueses de la de su estatus de gente guapa. Los harapos y las llagas amorosamente cuidados para atraer la conmiseración mudarán en su fuero interior la vergüenza en gloria. El orgullo necesario para enfrentarse al desprecio ajeno, sólido y resistente como esa roca que parte la corriente de un río, se afianzará en su voluntad de envilecimiento: su patria será la chusma, y él su cronista y cantor.
Las fechas de la estancia de Genet en España no pueden fijarse con exactitud. Aunque en Diario del ladrón habla de 1932, lo cierto es que, tras alistarse por primera vez en el ejército a su salida del reformatorio de Mettray y ser destinado como “jenízaro colonial” a Siria en 1930, de donde fue repatriado el siguiente año, firmó un nuevo contrato de alistamiento y fue enviado al Séptimo Regimiento de tropas indígenas de Meknés, en el que permaneció hasta enero de 1933. Ni la exhaustiva biografía de Edmund White ni la cronología establecida por Albert Dichy fijan claramente la duración de su etapa española. Probablemente ésta se extienda de noviembre de 1933 a abril de 1934. La única prueba documental de la misma es la carta dirigida a André Gide el 12-12-1933 en la que, después de pintar su poco brillante situación material (“estoy sin un céntimo en Barcelona, el cónsul es intratable, soy huérfano y vagabundeo de tasca en tasca”), solicita su ayuda y da como remite el Apartado de Correos de la ciudad.
Tras su iniciación en la querencia barcelonesa del antiguo Distrito Quinto, la carrera de ladronzuelo de Genet continuará, primero por Europa Central y luego en Francia, hasta la publicación de sus primeras obras, escritas en la cárcel, a mediados de los cuarenta. Un breve repaso a sus sentencias condenatorias, reproducidas en el libro de Albert Dichy y Pascal Fouché (Jean Genet. Essai de Chronologie), revela que su fascinación juvenil por el crimen y devoción por sus profesionales no le llevaron a emular sus hazañas sino de forma muy modesta. Junto a los “delitos” de vagabundeo —el equivalente de nuestra infame Ley de Vagos y Maleantes—, carencia de carné antropométrico de identidad o intento de viajar en tren con una tarjeta militar falsificada, leemos: substracción fraudulenta de una docena de pañuelos en los almacenes La Samaritaine; idem, de autógrafos en una librería de la Rue Bonaparte; hurto de una camisa de seda en los almacenes del Louvre; de un retal de sábana en el Bazar de l’Hôtel de Ville; de una billetera y una maleta, etcétera.
Su fallida carrera en el robo le condujo no obstante a su condición de gran escritor: a convertirse en esa bomba literaria descubierta por Cocteau y cuya potencia subversiva no tardaría en conmocionar a Sartre.
“Detrás del Paralelo se extendía un solar en el que los marginados jugaban a cartas (El Paralelo es una avenida de Barcelona paralela a las célebres Ramblas. Entre estas vías, muy amplias, un laberinto de calles estrechas, oscuras y sucias forman el Barrio Chino)”.
Con estas palabras, propias de una pequeña guía para turistas, Genet nos introduce en lo que será para él en adelante su “territorio moral” —el del robo, prostitución masculina, traición, humillaciones, miseria—, vinculado para siempre a España y a su iniciática experiencia barcelonesa. Su aprendizaje en el mal, de la mano izquierda de su mentor, el manco Stilitano, será el de un pícaro de escaso oficio y exiguo beneficio: hurto en los cepillos de las iglesias, timos menores, demanda en el consulado de su país de un bono de repatriación hasta la frontera con el correspondiente billete de tren que venderá en la estación de Francia, prostitución con marinos extranjeros por un puñado de pesetas. Su acto más audaz consistirá en el robo de la esclavina de un carabinero en los muelles del puerto. Después de satisfacer los deseos de éste en su garita de guardia, aprovechará el momento en que va a lavarse en la pila de una fuente cercana para apropiarse de la prenda y huir envuelto con ella a su querencia del Barrio Chino. La modesta hazaña le engrandece a ojos de su mentor, a quien confía la venta de su botín en muestra de su devota sumisión (El carabinero burlado irá a buscarle a La Criolla pero, advertido del peligro, Genet “toma las del Paralelo” y desaparece por un tiempo del local).
Extramuros de los reformatorios en los que fue internado desde la adolescencia y de los cuarteles en los que a continuación se alistó, Genet hallará en la España convulsa de la época el punto en el que asentará su aventura estética y moral. El Barrio Chino barcelonés —el actual Raval— era la guarida ideal para las heces y detritus de la sociedad. La “librea de la miseria” de la que hablan irónicamente nuestros clásicos —esto es, los harapos, la mugre y las alpargatas usadas hasta la trama— identificaba a la hermandad de mendigos y rateros acampada en él. La galería de personajes genetianos —buscavidas, rufianes, prostitutas, pordioseros, desertores, travestidos— se amadrigaba en la espesura urbana del ámbito como quien se acogía anteriormente a lo sagrado y no difiere mucho del hampa sevillana que conoció Cervantes. El aura sacra del execrado Distrito Quinto guiará a Genet, como veremos, por los caminos de su peculiar santidad.
El Genet ramblero e hijo espurio del Paralelo se adentrará en el territorio de la ignominia resuelto a convertirse en objeto de desdén y de asco, en una busca de acendramiento íntimo que en otra ocasión comparé con la de los malamatís del Islam, a quienes Ibn Arabi situaba en la esfera más alta de los bienaventurados. Él y sus cofrades de la miseria lucirán a través de España, nos dice, “una magnificencia secreta, humilde y sin arrogancia”. Su empeño se cifrará en “dar un sentido sublime a una apariencia tan Mísera”. La soledad moral a la que aspira convertirá su destino en una conciencia irreductible de la que surge una obra luminosa y de perturbadora singularidad. La aspiración al crimen condenado por sociedad, asociada a la de la traición, adquirirá una dureza y fulgor comparables a los del diamante.
La admiración de Genet por las locas españolas que frecuentó en Barcelona y Cádiz apareció más de una vez en nuestras conversaciones. Eran las más audaces y provocadoras de Europa, decía, como reacción natural al rechazo que suscitaban. Asumían el oprobio de la opinión común con un ritual de disfraces, gestos y voces agudas que, a partir de la histeria, alcanzaba la sublimidad.
Cuando me adentré por primera vez en el Barrio Chino en 1949 de la mano de un compañero de universidad aficionado como yo a los libros y experto en las zonas desaconsejadas de la ciudad, La Criolla y los bares en los que anidaba la especie maldita no existían ya. La red de callejuelas que se extendía del Portal de Santa Madrona a la calle del Carme albergaba tan sólo numerosos prostíbulos a cinco pesetas por ficha y la miseria reinante no debía diferir mucho de la que conoció Genet. El célebre burdel de Madame Petite, en el que posiblemente se inspiró al componer Querelle de Brest (“La Feria”, de Madame Lysiane), era una sombra de sí mismo y la progenie de las execradas en público (y apreciadas por algunos en privado) ocultaban su maquillaje, abanicos, peinetas y faralaes a los ojos del ciudadano “decente”.
Una foto publicada recientemente en EL PAÍS, en la que dos travestidos merodean por La Rambla, avanzada ya la noche, a la caza de un turista borracho a fin de desvalijarlo me trajo a la memoria un pasaje de Diario del ladrón en el que dos “mariconas” muy compuestas, de ojos admirables y cejas inmensas pasean por las cercanías de una vespasiana (así se llamaba en Francia a los urinarios públicos, de chapa circular de metal, despiadadamente demolidos por el alcalde Chirac) con un mono amaestrado en los hombros. A la señal de una de ellas, el mono saltaba de un brinco sobre el ligón de apariencia más burguesa y, aprovechando su confusión, le robaban la cartera.
La procesión fúnebre de las llamadas también Carolinas (valientes precursoras de las “gasolinas” parisienses de Mayo de 68) al emplazamiento de uno de los meaderos destruidos durante los disturbios callejeros de 1933 es uno de los momentos más bellos de Diario del ladrón:
Estaba cerca del puerto y del cuartel, y la cálida orina de millares de soldados había corroído su chapa de metal. Al constatar su muerte definitiva, las Carolinas con chales, mantillas, trajes de seda y chaquetillas ajustadas acudieron a ella en solemne delegación para depositar un ramo de flores rojas anudado con un crespón de gasa. El cortejo partió del Paralelo, torció por la calle San Pablo, bajó por La Rambla hasta la estatua de Colón. Eran las ocho de la mañana, el sol iluminaba la escena. Las vi pasar y las acompañé de lejos. Sabía que mi puesto estaba en la comitiva: sus voces heridas, sus gritos de dolor, sus gestos exagerados, se proponían atravesar el espeso desprecio del mundo. Las Carolinas eran grandiosas: las Hijas de la Vergüenza.
Llegadas al puerto, torcieron a la derecha en dirección al cuartel, y sobre la chapa herrumbrosa y hedionda del meadero público, sobre su chatarra muerta, depositaron las flores.
¿Qué cineasta de genio filmará algún día la escena con la bella precisión de un Visconti y el humor cruel de Fassbinder? El heroísmo tragicómico de las Carolinas merece un recordatorio y su inclusión en los breviarios de una nueva forma de santidad en los antípodas de la de Monseñor Escrivá y de la del fundador de los Legionarios de Cristo Rey. Genet se reprochó siempre, me dijo, su falta de arrojo. Permaneció junto a la multitud indulgente e irónica que acogía su duelo en vez de ocupar el lugar honroso que le correspondía.
Una de las páginas más bellas de Diario del ladrón es la del episodio del tubo de vaselina. Detenido en una redada y conducido con otros sospechosos a la comisaría del distrito (imagino muy bien la escena, pues el poeta Jaime Gil de Biedma y yo corrimos la misma suerte a fines de los cincuenta del pasado siglo, cuando callejeábamos de noche por el barrio, en el cruce de San Pau y Robadors), el policía que cachea a Genet le saca del bolsillo el lubrificante empleado para la penetración anal (que yo acostumbraba a llevar también en mis primeras incursiones por Barbés y la Gare de Nord): un tubo usado ya y cuya mera presencia en el lugar es la prueba palmaria de su pertenencia al gremio de las “mariconas” (Genet emplea siempre la palabra española, consciente de su brutal carga peyorativa):
“En medio de los objetos elegantes sacados de los bolsillos de los detenidos en esta redada, era el símbolo mismo del oprobio que se disimula con el mayor cuidado, pero el signo también de una gracia secreta que iba a salvarme pronto del desprecio […]. Estaba en el calabozo, y sabía que toda la noche mi tubo de vaselina sería objeto de burla —a la inversa de una Adoración Perpetua— de un grupo de policías […]. No obstante, me animaba la certeza de que este frágil y humilde objeto les resistiría y, por su simple existencia, derrotaría a todas las policías del mundo”.
Invulnerable al insulto —pienso en el I’m completely dead to decency de T. E. Lawrence—, la comparación de la prueba concreta de su deshonra con el Santísimo Sacramento permitirá a Genet rehabilitar y ensalzar su vida de indigente en el Barrio Chino, y luego su erranza hasta Cádiz y San Fernando, mediante el recurso a los términos más sagrados y nobles. Su victoria verbal le llevará así a bendecir la miseria que la suscita y le imanta a una nueva forma de perfección moral:
Cuanto mayor sea mi culpabilidad a vuestros ojos, entera y totalmente asumida, mayor será mi libertad y más perfectas mi soledad y mi unicidad.
El encuentro con Stilitano, el serbio desertor de la Legión Extranjera francesa, marca un antes y un después en la vida de Genet y será el primer eslabón de una cadena de fascinaciones sucesivas por criminales o gente del hampa —los Harcamone, Bulkaen, Maurice Pilorge, etcétera—, elevados por él al altar de la excelencia y la gloria. Sus primeros robos en el Barrio Chino los dedicará, nos dice, a su fortaleza e impudor severos, a la singularidad de su brazo derecho amputado, cuya mano se pudre bajo un castaño en algún bosque de Europa Central. La fuerza irradiante de este muñón le galvanizará con una imantación similar a la que experimentará, cuarenta años después, por el sudanés Mubarak en los campos palestinos, cuando le pide que tenga su cigarrillo mientras se desabotona y orina tranquilamente junto a él: el timbre gutural de su voz es en ambos el de un sexo en erección.
Stilitano reúne en su persona el rigor del soldado, el aventurero, el sicario, el hampón. Aunque admite la intimidad física con Genet —los dos duermen en el mismo catre en un hotelucho del barrio— le niega el sexo. Desprecia a las “mariconas” y ejerce ocasionalmente de chulo. No obstante, para atraer a aquellas y a las prostitutas, sujeta con un imperdible un racimo con granos de celulosa y algodón en rama en el interior de la bragueta, de modo que abulte y la realce por pura provocación. Genet se encarga de la tarea, sin poder evitar el temblor de las manos mientras prende y desprende el racimo al comienzo y fin de la jornada de merodeo y cambalache. Un día, en vez de dejarlo sobre la estufa, como de costumbre
no pude retenerme de guardarlo entre mis manos y llevarlo a mis mejillas. El rostro de Stilitano, encima de mí, se endureció.
—¡Suéltalo, cabrón!
Me había agachado para abrir la bragueta, pero la furia de Stilitano, como si mi fervor habitual no bastara, me hizo caer de rodillas, en la posición que mentalmente anhelaba. Con sus dos pies y su único puño me golpeó. Hubiera podido huir y me quedé allí.
Su delación posterior a la policía del amigo común a ambos, Pepe el Gitano, por su homicidio cometido en las cercanías del Paralelo, no rebajará la devoción de Genet por él: la revestirá al revés, nos dice, con los atributos luminosos de la traición.
Las numerosas referencias de Genet a La Criolla, el cabaré en donde se prostituía por devoción a Stilitano, no mencionan su ubicación en el Barrio Chino ni incluyen una descripción del local.
Nits de Barcelona, publicado en 1931, esto es, dos años antes de su venida a España —obra reeditada por Proa, con las ilustraciones de Oleguer Junyent y el prólogo de Josep M. de Segarra de la edición original—, subsana dicha laguna y nos procura una valiosa información. Su autor, Josep M. Planes, colaborador de la mítica revista Mirador y empedernido noctámbulo, fue asesinado el 24 de agosto de 1936 en la Arrabassada por unos pistoleros incontrolados de la FAI a quienes había consagrado un reportaje poco ameno semanas antes del levantamiento militar contra la República. Segarra esboza un sugerente retrato suyo y coincide con Planes en su aguda percepción de la ciudad durante el periodo que va de la dictadura de Primo de Rivera al 14 de abril: “Quienes más aprovechan la noche en Barcelona son los turistas, los ladrones, los poetas, las prostitutas, la gente que no tiene un centavo y la que dispone de dinero a espuertas”.
La Criolla —escribe Planes— se encuentra en plena calle del Cid. El cartel luminoso que cuelga verticalmente de la fachada emborrona el pobre paisaje urbano con un resplandor rojizo […] inmuebles y personas comparten el mismo aire de miseria y nunca se sabe si la suciedad de las paredes viene de los hombres y las mujeres que se apoyan en ellos o viceversa […]. El gentío aglomerado en la calzada y las prostitutas e invertidos que se exhiben por las aceras flotan en este fondo bermellón decorativos y estilizados, como en las ilustraciones en las que debe de soñar Francis Carco para sus libros.
La calle del Cid (¡qué ironía el nombre del Campeador, mantenido hasta hoy en lo que queda de ella, entre el Paralelo y la avenida de Les Drassanes!) está entonces llena de basuras, soldados, prostitutas, marineros, mendigos. Cualquier navajero puede sacar de improviso su útil de siete filos y asaltar a los viandantes acomodados que se asoman a él. El local de La Criolla, una antigua fábrica textil reconvertida en cabaré, encubre la austera desnudez de sus columnas con un decorado chillón de palmeras ornadas con falsas pencas verdes, cocos, monos y negros de tebeo de Tarzán que le confieren un menesteroso esplendor tropical. Una orquesta de tangos ocupa el estrado, ensordece al cliente y contagia su furia a las parejas que bailan en la pista.
(Genet evoca en Diario del ladrón los aires de “Ramona” mas no la voz de Irusta —en realidad del trío formado por éste, Fugazot y Demare— mencionado por Planes, cuya música barriobajera arrasaba en los años anteriores a la Guerra Civil. En una vieja gramola de manivela con bocina exterior, escuché en mi niñez la canción citada por Genet —cuya letra me sé de memoria— y los discos del, en aquel tiempo en boga, conjunto argentino, no sé si epígono o antecesor de Gardel. Mi familiaridad retrospectiva con La Criolla sale así reforzada. Su repertorio musical acunó mis oídos en la Barcelona “decente” de los barrios altos).
Al trazar su pintura del cabaré, Planes señala la existencia, en la acera de enfrente —perdóneme el lector el involuntario juego de palabras—, del bar de Cal Sagristà, famoso, dice, por sus “invertidos” —la gente bien de la época empleaba dicha palabreja: ¡se hallaba aún muy lejos la era de la identidad gay!—, al que acudían jovencitos de labios pintados y cabello untado de gomina. Curiosamente, Genet no habla de él.
Actualmente, el remozado Carrer del Cid no evoca ni remotamente el de la cochambre y bullicio de setenta años atrás. Cuando el Ayuntamiento de Barcelona puso el nombre del escritor a la plazuela o jardincillo del otro lado de la avenida de Les Drassanes, fui invitado a pronunciar unas palabras en la ceremonia de su rotulación. Inútil decir que no acepté: temía que Genet, encolerizado, resucitase de su tumba en Larache y me abrumara con el peso de sus burlas e insultos. Su percepción a la inversa de los términos honor y deshonor es también la mía. Prefiero volver a la pintura cruel de Planes con la que cierra el capítulo de su libro: la calle desierta al amanecer tras el cierre de La Criolla, la luz lívida, la visión goyesca de dos viejas horrendas y de los tricornios de una pareja de la Guardia Civil.
Los hurtos y trapacerías de los que viven Genet y Stilitano no bastan para sacarles de la miseria. Aunque el futuro autor de Diario del ladrón entrega a su “protector” las pocas pesetas que gana o sisa en los urinarios públicos, éste decide que se prostituya en La Criolla. Allí, la vestimenta femenina se impone. Algunos amigos españoles de Genet la llevan y le dan las señas de vendedoras de prendas de segunda mano. Si bien “resulta muy difícil”, escribe, “acceder a la luz a través del pus y las llagas de la vergüenza”, el dueño del cabaré le exige que se exhiba “en señorita”. Tragándose el sonrojo y convirtiéndolo en una especie de dardo dirigido contra quienes se lo provocan, Genet va a La Criolla y es invitado, con otro travestido, a la mesa de un grupo de oficiales franceses. La dama que les acompaña le pregunta con afectada indulgencia si le gustan los hombres. Genet resiste el impulso de abofetearla y, para vengarse, sustrae la cartera a uno de los mílites.
Una de las páginas más bellas del Diario se sitúa durante el Carnaval, época en la que es más fácil disfrazarse sin llamar la atención. Tras robar un traje de faralaes y una blusa, a los que agregará su complemento de abanico y mantilla, Genet cruza el Barrio Chino para ir a la calle del Cid. Como última trinchera de defensa, conserva el pantalón bajo la falda. Pero, apenas llegado a la barra, la cola de su traje se desgarra. Un joven ha tropezado con sus encajes y, por más que pida excusas y le indique que cojea, la actriz trágica oculta en su interior aúlla “¡No se cojea en mis faldas!”, con esa histeria que rompe con la fuerza de un géiser la dura corteza del mundo.
Humillado, Genet sale del local en medio de las risas de los clientes y de las Carolinas. Aunque, al releer el texto, su autor rectifique y precise en una nota a pie de página que el lance ocurrió en Cádiz, en donde también se prostituyó con ropas de andaluza, el prestigio de La Criolla sale indemne del lapsus. La teatralidad de la escena alcanza ese punto en el que vileza y orgullo se confunden. La falda, blusa, abanico y mantilla arrojados al mar componen un ceremonial esperpéntico del que el vagabundo cubierto de oprobio extraerá la fortaleza necesaria para enfrentarse a la crueldad e hipocresía de la sociedad biempensante: la de ayer, la de hoy y sin duda también la que nos sucederá al correr de los días.
Poco después de ello, Genet y Stilitano abandonaron su querencia barcelonesa en un tren de mercancías y buscaron un nuevo refugio en Cádiz.
“Nací en París el 19 diciembre 1910. Pupilo de la Asistencia Pública, no pude conocer nada más de mi estado civil. Cuando cumplí veintiún años, obtuve una partida de nacimiento. Mi madre se llamaba Gabrielle Genet. Mi padre es desconocido. Vine al mundo en el 22 de la Rue d’Assas”.
Aunque en la Maternidad le negaron toda información sobre sus orígenes, la imagen de la madre oculta aparece de forma intermitente a lo largo de su obra. Genet se aferra a su apellido, el de Genêt d’Espagne o retoma con el que saludó Cocteau su volcánica irrupción en la literatura, para identificarse con el mundo vegetal y considerar, dirá, que todas las flores son de su familia. A través de ellas, se comparará con los helechos arborescentes de las ciénagas y soñará con las supuestas especies vegetales del planeta Urano, en una metempsicosis que le convertiría en un ser rastrero, como la chusma del Paralelo, sin otra compañía que la de los presidiarios de su raza.
Pero ese malditismo literario no se corresponde en modo alguno con su futura rebelión contra el orden establecido, tanto en el campo social y político como en el artístico y moral. La madre ausente será el punto de partida de su andadura por una cartografía literaria que culminará en su obra maestra, Un cautivo enamorado.
En Diario del ladrón, Genet evoca la imagen de una mendiga anciana, de rostro macilento; chato y circular como la luna, que le pide unas monedas. Su estampa humilde e hipócrita le induce a creer que acaba de salir de la cárcel. Una descuidera, piensa, e inmediatamente la asocia, en una ensoñación efímera, con la mujer que le abandonó en la cuna:
¿Y si fuera ella? me dije mientras me alejaba de la pordiosera. Si lo fuese, iría a cubrirla de flores y de besos. Lloraría de ternura sobre sus ojos de pez luna, sobre su cara obtusa y boba.
La visión de la madre del fedai Hamza, de quien fue huésped en el campo de refugiados palestinos de Irbid en 1970, es mucho más elaborada y compleja. La mujer, más joven que Genet, que le acoge en el lecho de su hijo, partido en misión de combate a los Territorios Ocupados por Israel, y le lleva a oscuras, de puntillas, creyéndolo dormido, una taza de café, se transforma, como la Mater Dolorosa de las estatuas, en la madre simbólica del escritor, la que vela por él, como en aquella noche sagrada, a lo largo de su vida: una fantasía, nos dice, acariciada desde la infancia, cuando el escritor tenía cinco años.
La estampa de Hamza y su madre —la suya y la del guerrillero palestino—, superpuesta en calcomanía a la de la Pietà y el Crucificado, enlazará sucesivamente con la de la Virgen portada en procesión por las Falanges maronitas libanesas y con la Virgen Negra del monasterio de Montserrat. “Dios, creador del cielo y de la tierra, debió de divertirse mucho esculpiendo sus rocas rojizas y faloides”, nos dice Genet, que asistió en su vejez, en la abadía, a la conmemoración religiosa de Pentecostés, con música de Palestrina evocadora en su mente de Palestina. El abad, refiere en Un cautivo enamorado, besa a los fieles y él acepta su doble ósculo, pero no lo trasmite a su vecino, como es la norma, con lo que rompe la cadena de confraternidad.
En su correspondencia conmigo de aquella época —substraída por un cleptómano compulsivo, que tuvo no obstante la delicadeza de dejar una fotocopia, durante su exhibición en la Diputación de Almería—, describe su viaje por la España del tardofranquismo, se burla del aburguesamiento de Barcelona y refiere un ligue con un chapero que se dice estudiante de sociología, en las faldas del Tibidabo. Por estas fechas, ya no es el delincuente en el que soñaba ser cuarenta años antes sino el escritor voluntariamente marginal que busca primero en las Panteras Negras y luego en los fedayín la causa que le aleje de una Francia y una Europa de las que se ha distanciado para siempre.
Al final de Diario del ladrón, Genet anuncia una segunda parte que nunca escribió: se propone en ella, dice, “relatar, descubrir, comentar, los fastos del presidio íntimo que hallé en mí después de atravesar este espacio interior que he llamado España”. Su deseo juvenil de cubrir el mundo con su progenie abominable cederá paso, tras su estancia en los campos de refugiados palestinos de Líbano y Jordania, a un retorno a su origen desconocido. “Esta última página de mi libro —escribe en El cautivo enamorado— es transparente”. Transparencia que deja pasar la luz: su camino de perfección moral a través de vericuetos imprevisibles y por vías distintas de las de Juan de la Cruz y del derviche sufí Mawlana, le ha conducido a una subversiva y pagana forma de santidad. O
Diario del ladrón. Jean Genet. Traducción de María Teresa Gallego e Isabel Reverte. Seix Barral. Barcelona, 1994. 232 páginas. 4,51 euros.
Hilario, creo que vos sabés que no me molesta que critiquen al presidente, solo que me gustan las críticas más sesudas y menos estridentes, de hecho los dos columnistas de todo mi gusto que mencioné en la columna aquella son dos de los críticos más importantes del gobierno Uribe. Hommes y Posada Carbó. Aquí mismo se ha criticado a Uribe como político taimado y como gobernante que entraña riesgos para la democracia. Se ha hablado de las peores de sus ejecutorias que son en realidad ejecuciones tan largas que es difícil negar que desde el alto gobierno se dieron incentivos perversos. Creo que la crítica contundente no la da el tono exaltado ni la persistencia obsesiva ni la paranoia de salón, la crítica contundente está en otra parte, en la historia, en los argumentos que son capaces de mirar los hechos e ir hasta los datos. Para mi las señoras no son el demonio, es más estoy seguro de compartir sus argumentos sobre muchas críticas al gobierno Uribe, pero no me gusta su tono, sus arrebatos morales desde un círculo que mira al país con maternal condescendencia. Yo no hablaba solo de críticas al sistema político, hablaba de columnistas, y en ese género discutido, prefiero a los que sorprenden que a los que repican sin descanso, así su badajo tenga algo de razón.
ResponderEliminarJuka eso de los médicos como apóstoles sanando a medio mundo no es tan cierto. Mirá lo que dice Omar Everleny Pérez, un economista cubano amigo del régimen pero con algunas anotaciones en la libreta de razonamientos.
ResponderEliminar“¿Hacia dónde va ahora Cuba?
Estoy seguro de que no vamos a repetir el error de comerciar con un único socio, en 2008 tenemos nuevos socios por lo que parece ser que habrá una mejor distribución.
No obstante, mi preocupación es que, así como vivimos antes de la renta del azúcar, ahora vivamos de la renta de los médicos, que se ha convertido en uno de los ingresos fundamentales de la economía. No estoy en contra de eso, pero creo que tiene que haber más diversidad de exportaciones.”
¡Cuba RebelióN!
ResponderEliminarEn ese video de Cuba Rebelion sale el Mauricio Mosquera de Cuba.
ResponderEliminarSegun dicen en el video el oficio del man es ser el "puente" entre los artistas y las instituciones.
Viendo el video vi que en Cuba nos llevan muchos años de ventaja en cuanto a manifestaciones multitudinarias, deberian exportar esa experiencia logistica a estos paises neomarchadores, es cuestion de que el pueblo cubano valores sus ventajas competitivas.
Muy tesa Yaoni. Juka, tenes que reconocer eso.
Gabriel Garcia Marquez solucionaba sus dudas diciendo: "Hay dos sopas, y hay que escoger entre una de las dos". Ese argumento tan simple y tan bobo y tan equivocado yo lo he usado muchas veces poniendo mi cara de pragmatico que he aprendido para esas ocasiones, Yaoni y esos manes me dan lecciones de profundidad.
Una de las adoradas Marías defiende al Min. Santos con tiernas teorías-la Rueda suelta-. Creo que conversaron sus razones el 31, al lado de un año viejo.
ResponderEliminar"En primer lugar, el Ministro de Defensa no tuvo absolutamente nada que ver con el origen de los 'falsos positivos'. Se dice que en ellos pesó la política de recompensas diseñada por uno de sus antecesores. Si eso ocurrió no fue porque ella existiera, sino porque fue mal interpretada por quienes querían ganarse sus beneficios. Santos la encontró montada cuando llegó al Ministerio. Y, lógicamente, se apoyó en ella para incentivar las deserciones, la entrega de información, las traiciones de las bases contra sus comandantes y hasta la ayuda a los secuestrados para recuperar su libertad."
No habla Santos. Habla Rueda.
Una compilacion de personas que se diferencian un poco de la Yoani.
ResponderEliminar"Viva Fidel! Viva Che! Long Live our cry of Freedom!" --Jesse Jackson.
"Castro is very selfless and moral. One of the world's wisest men." --Oliver Stone.
"Cuba's Elvis." -Dan Rather.
One Helluva Guy!--Ted Turner
"If you believe in freedom, if you believe in justice, if you believe in democracy, you have no choice but to support Fidel Castro!" -Harry Belafonte.
"A genius." --Jack Nicholson.
"Fidel, I love you. We both have beards. We both have power and want to use it for good purposes." --Francis Ford Coppola.
"Socialism works. I think Cuba might prove that." --Chevy Chase.
"Castro has done some good things for Cuba"—Colin Powell
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ResponderEliminarMuy refinado el gusto musical de Alejandro Gaviria, yo le recomendaria a Marbel o Los Cantores de Chipuco.
ResponderEliminarjuka me da pena con vos pero esos slogans de película sobre Fidel no dicen mucho sobre la isla. Nadie niega los atractivos del barbón antes de que lo embalsamaran. Un artículo de Manuel Vicent intenta el balance de los 50 años. Hay cifras y testimonios interesantes. Como este resumen de Eloy Gutiérrez, otro de los curtidos combatientes.
ResponderEliminar“Por su memoria pasan los hitos de la revolución: "La ley de reforma agraria, las nacionalizaciones de las grandes empresas norteamericanas; la invasión de bahía de Cochinos; la crisis de los misiles; el fracaso de la zafra de los 10 millones, uno de los sueños locos de Castro, que dejó a la isla en bancarrota; el Quinquenio Gris y la sovietización de Cuba; el éxodo del Mariel; la desaparición de la Unión Soviética; el Periodo Especial; la crisis de los balseros; el relevo de poder en Cuba; las esperanzas abiertas por la llegada de Raúl Castro, y la espera y la decepción...".
Una errata. La cambié el nombre a Mauricio Vicent por Manuel. Y un epqueño añadido para la colección de desengañados. Unas las palabras del Ex-comandante Eloy Gutiérrez Menoyo.
ResponderEliminar"No ha merecido la pena tanto sacrificio.Los logros de la revolución en realidad no lo son: la educación no es libre y su calidad es cada vez peor; la salud está en un estado deplorable y encima no es gratis: se está pagando con los salarios de hambre que cobra todo el mundo.
los jóvenes se quieren ir del país, cada vez se idealiza más a Estados Unidos. Se corre el riesgo de perderlo todo y caer en manos del enemigo contra el que luchamos".
Que pena con vos pascual pero no creo que la opinion de Colin Powell sea un slogan, no se, la imagen que tengo de este general es denuenciando el regimen de Sadam por le tenencia ADM. no estamos ante una celebridad del cine creeme.
ResponderEliminarBueno, Powell como que dice que Castro ha hecho algunas cosas buenas, pero seguramente crerá que algunas malas también.
ResponderEliminarCuba dejó de ser un putiadero y lugar para apuestas de los americanos, ahora no se si eso será lo bueno. O de pronto los índices de alfabetismo o los datos relacionados con la salud. En fin.
Pero Juka, estarías dispuesto a pagar esas cosas por tu libertad de expresión? No joda chico!!
Nadacomo poder ver alguna película de Tarantino, leer un libro de Richard Dawkins, escuchar Jamiroquai, poder comprarse un gancho para el pelo, tomar cerveza importada. Hasta poder rajar del presidente de turno y denunciar sus visos autoritarios (en Cuba ya no los denbuncian, los padecen)
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ResponderEliminarFidel está en otro cuento. Miren el escueto mensaje de aniversario. Saber que echaba discursos de días.
ResponderEliminar"Al cumplirse dentro de pocas horas el 50 Aniversario del Triunfo, felicito a nuestro pueblo heroico."
Fidel Castro Ruz
Diciembre 31 de 2008
7 p.m.
será que está en otro cuento o en otro mundo?
ResponderEliminarCuando Wolfgang Amadeus Mozart murio, solo el enterrador y un notario asistieron a su muerte, y todos ya sabemos que significa Mozart para la musica.
ResponderEliminarComo decia Marti, toda la gloria cabe en un grano de maiz.
Aquí está el discurso completo de Raúl Castro en Santiago. Recuerdos de la lucha guerrillera, citas de Fidel a tres manos y arengas contra el imperialismo yanqui. Van unas frases que me llamaron la atención. La revolución es especialista en convertir los descalabros en gestas heroicas, el hambre del periodo especial en hazaña del pueblo. Me recuerda la lógica de algunos discursos religiosos que convierten la tragedia en un don divino. Otra de sus lógicas es la terquedad como virtud, la ceguera como firmeza. Es increíble pero parece que Juka hubiera colaborado en la redacción del discurso. Los más gracioso es que el Gramna reseña los aplausos y los vítores y por supuesto termina con un ovación entre paréntesis.
ResponderEliminarEn esta plaza, en el 30 aniversario del triunfo, Fidel nos dijo: “Aquí estamos porque hemos podido resistir”. Una década después, en 1999, desde este mismo balcón, afirmó que el período especial constituía “la más extraordinaria página de gloria y firmeza patriótica y revolucionaria, (…) cuando nos quedamos absolutamente solos en medio de Occidente a 90 millas de Estados Unidos y decidimos seguir adelante”. Fin de la cita. Así lo repetimos hoy.
Hoy la Revolución es más fuerte que nunca y jamás ha cedido un milímetro en sus principios, ni en los momentos más difíciles. No cambia en lo más mínimo esa verdad que algunos pocos se cansen y hasta renieguen de su historia, olvidándose de que la vida es un eterno batallar.
Nuestro pueblo conoce cada imperfección de la obra que él mismo ha levantado con sus brazos y defendido a riesgo de su vida. Los revolucionarios somos nuestros principales críticos. No hemos dudado en dilucidar deficiencias y errores públicamente. Sobran los ejemplos pasados y recientes.
Sé que expreso el sentir de mis compatriotas y de muchos revolucionarios en el mundo, al rendir homenaje en esta hora al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz (Aplausos y exclamaciones).
Un individuo no hace la historia, lo sabemos, pero hay hombres imprescindibles capaces de influir en su curso de manera decisiva. Fidel es uno de ellos, nadie lo duda, ni aun sus enemigos más acérrimos.
Desde muy joven hizo suyo un pensamiento martiano: “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”. Lo convirtió en escudo contra lo fatuo y lo pasajero, en su principal arma para transformar halagos y honores, por merecidos que fueran, en mayor modestia, honradez, voluntad de lucha y amor por la verdad, que invariablemente ha situado por encima de todo.
Pascua, un link con tema recurrente para estos días de falta de tema:
ResponderEliminarhttp://www.eltiempo.com/mundo/euycanada/home/polemica-caricatura-sobre-colombia-circulo-en-estos-dias-por-diarios-estadounidenses_4742755-1
Unos datos sobre economia cubana. Para empezar pensemos en los salarios. En colombia se debate sobre el salario de hambre con el nuevo aumento del mínimo que quedó en 225 dólares, en cuba no llega a los 25 dólares y la cartilla de racionamiento entrega unos ripios que no duran una semana. Generalmente papa, arroz y caraota. van los otros datos. Artículo de Maite Rico en El País.
ResponderEliminar"Carmelo Mesa-Lago, profesor de la Universidad de Pittsburgh, no duda en calificar de "desastrosa" la política económica cubana de los últimos 50 años, jalonada por "la colectivización y la centralización, siete cambios de organización económica, cuatro cambios de estrategia de desarrollo y destrucción del incentivo individual". Sonados y costosos fracasos, como el empeño de Fidel Castro por lograr una zafra de 10 millones de toneladas de azúcar, criar vacas que dieran leche de sabores o establecer plantaciones de café a una altitud inadecuada, reflejan las arbitrariedades de un régimen que ha sobrevivido gracias a los subsidios externos.
La caída de la URSS puso fin a unas ayudas de 65.000 millones de dólares (cinco veces el Plan Marshall con el que EE UU contribuyó a la reconstrucción europea tras la II Guerra Mundial). Comenzó entonces un periodo de penurias del que la isla no ha salido todavía, a pesar de que Venezuela tomó el relevo, en 1999, como benefactor de Castro: Hugo Chávez suministra a Cuba el 57% de sus necesidades de combustible a precios preferenciales, que en 2008 supuso un subsidio de entre 2.500 y 3.000 millones de dólares.
Si en 1957 sólo Argentina y Uruguay superaban a Cuba en renta por habitante, hoy la economía cubana es la penúltima del continente, por delante de Haití. Incluso si se aceptaran las cifras del Gobierno, Cuba se situaría en el puesto 21º de América Latina. El régimen se niega a calcular la pobreza con los métodos homologados. Aún así, un 46% de los habitantes de La Habana se consideran pobres o muy pobres.
Los subterfugios estadísticos no pueden ocultar la dimensión del naufragio. Esqueletos de fábricas e ingenios abandonados salpican el paisaje de la isla. La Habana languidece con sus edificios en ruinas. Los mercados están desabastecidos y la gente resuelve la comida en el mercado negro.
En 1958, Cuba producía casi el 80% de los alimentos que consumía y era el principal proveedor de hortalizas de EE UU. Hoy es al revés: la isla importa más del 80% de la cesta básica y la mayor parte de los alimentos viene de EE UU, quinto socio comercial de Cuba a pesar del embargo decretado en 1962. Actualmente, más del 50% de las tierras cultivables están ociosas. En 2007, la producción de azúcar se hundió a 1,2 millones de toneladas, la peor desde 1903. El turismo, las remesas de los exiliados y los subsidios venezolanos compensan el déficit de la balanza comercial.
Del deterioro no se libran ni los logros esgrimidos por la revolución. Si bien en los años cincuenta Cuba ya tenía la menor mortalidad infantil y uno de los índices más altos de alfabetización de Latinoamérica, la revolución extendió la educación y la salud a las zonas rurales. Hoy, casi la mitad de los 60.000 médicos está en las "misiones internacionales" pagadas por Venezuela. No hay ambulancias y los medicamentos escasean. La educación tampoco se salva de la debacle, debido a la masiva deserción del profesorado. Según el diario oficial Granma, las escuelas e institutos de La Habana tienen un déficit de 8.576 profesores."
la de las vacas produciéndo leche de sabores me mató, el Comandante es todo un emprendedor!!
ResponderEliminarBueno con ese valor del salario mínimo, uno hasta se ruboriza cuando manifiesta su descontento por la subida del salario en Colombia.
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ResponderEliminarAhora las comparaciones que hace Pascual es totalmente irrelevante. no se puede comparar un pais como colombia que en geografia y recursos, poblacion es desproporcional compararlo con Cuba, Las condiciones de vida de la mayor parte de la población en todos los países del Caribe, salvo en Bahamas y Barbados, son mucho peores que en Cuba, y otro tanto cabe decir de los demás países de la región, como Honduras, Nicaragua, El Salvador o Guatemala. De los países sudamericanos, sólo Uruguay, Argentina y Chile están por encima de Cuba en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU. Esto pone de manifiesto que, pese a los 50 años de depravados ataques terroristas y del bloqueo económico genocida de los Estados Unidos de América, en lo que a desarrollo humano se refiere, la sociedad cubana sale más airosa en desarrollo humano que casi todos los demás países vecinos del Caribe y de la gran mayoría de América Latina, incluidos gigantes económicos como México y Brasil, o avanzadillas del "libre comercio" como Panamá.
ResponderEliminarahora mi pregunta va para Pascual:?Como es posible que en Grecia por la matada de un ciudadano la poblacion desvoco toda esa violencia, recuerdo a francia tambien , y que en Cuba la poblacion "supustamente" reprimida no sea capaz de tumbar el sistema o al menos ponerlo a tambaliar? que me expliquen esa?
ResponderEliminarMe parece que la discusion no va por ahi a ninguna parte, porque los vientos son otros. No se trata de poner el sistema de Colombia contra el de Cuba, y decir que es mejor el de Colombia. Todo es cuestion de politicas. Si Cuba hizo una revolucion socialista, con el apoyo del neostalinismo, y luego este cayo y el pais se ecumbro como el pais mas libre de america, con el bloqueo que le montaron los Estados Unidos, no se murio la gente de hambre porque esos cubanos son muy engeniosos, y han sabido mantenerse sin la ayuda deL Norte comiendose el cable. Las condicones estan dadas para que Cuba siga una politica democratica, para que siga libre y no vuelva a ser el prostibulo de la USA. Ya antes habia dicho que es uno de los pueblos mas inteligentes del mundo, a "pesar" de tener una raza maricona muy avanzada y que tampoco han podido eliminar con la complicidad de todos nosotros.
ResponderEliminarHace una semana vi la plelicula de el Che, en donde este dice: que sigan los fusilamientos, si eso es lo que quieren los grandes propietarios antes que compartir sus terrenos con los negros, supongamos, los negros que fueron o son los que mantienen viva la esperanza, para no volver a una esclavitud perpetua.
Si el stalinismo y el neo y el fascismo (y el neo) desaparecen de Cuba puede muy bien ser la universidad de America, porque alli hay mas cientificos que en Colombia, y mas humanidad como dice la cancion.
Ah, lo peor, esas carceles con criticos condenados a decadas por el solo hecho de criticar el sistema, solo por criticar, estando de acuerdo con el. Creo que esto pasa en todo el mundo.
Si me preguntan que fue lo mas vergonzoSo que hizo Cuba para quitarse esa critica fue el haber enviado a todos los locos a los estados unidos para que alla los mataran o los encerraran en carcel de por vida. Que irresponsabilidad!
LO MAS HORIBLE ES VER A LOS CUBANOS DE MIAMI QUERER UN GEORGE BUSH PARA CUBA.
Esto es mas o menos un comentario a vuelo de pajaro pero no de misil israelita-bush.
juka te explico esa. Creo que el miedo y la amenaza permanente de un régimen que lleva 50 años espiando a sus ciudadanos, poniendo a unos contra otros, vigilando con el machete en alto de los Comités de defensa de la revolución, ha hecho su trabajo. Acordate que un punkero, ese mismo que comparaste con Marbel, estuvo en la cárcel por peligrosidad predelictual. Eso pasa con la más individual de las críticas, la del grito del punk, imaginate que pasaría con un grupo disidente. En Cuba la gente habla en susurros en la guagua. Creo que eso ya lo había contado aquí. Alguna vez en un colectivo que iba hacia Regla en La Habana, se montó un joven y el tema giró como siempre en torno a las carencias insoportables. El hombre hablaba con toda la boca del desastre revolucionario, se reía del presidente, echaba un chiste. Los demás pasajeros lo miraban aterrados, como si fuera un equilibrista, las señoras le decían: "qué estás diciendo chico, cuídate". Así funcional la disidencia en Cuba, no se puede hacer ni un comentario desprevenido en la calle. Ese silencio te lo cambian por la cartilla de racionamiento. Los jóvenes prefieren arriesgarse a la balsa. Además, las organizaciones civiles no existen, todo gira en torno a los modales y las discusiones que impone el Estado. Reunirse sin el aval oficial se convierte muy fácilmente en un delito.
ResponderEliminarPero mirá una cosa. España aprobó hace unos meses una ley que les otorga la ciudadanía a los hijos y los nietos de ciudadanos españoles que emigraron a Cuba a comienzos del siglo XX. Las filas son kilométricas, es una oportunidad para escapar. Se habla de más 300 mil solicitantes y hay quienes creen que la cifra se queda corta.
Juka no metás a la UP en esta discusión. Eso tiene que ver con un conflicto interno y no sólo con pensar distinto. Vos sabés, y muchos miembros de la UP lo han reconocido, que esa organización combinaba armas y política y el Estado la combatió con guerra sucia y política. No justifico los crímenes contra la UP, pero muchos de los sobrevivientes han reconocidos sus culpas en el desastre.
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ResponderEliminarAlguna vez le preguntaron a Fidel Castro que porque no tenia una mascota, a lo que Fidel respondio que el problema era que a el le fascinaban las tortugas, (Sabemos que duran 150 anos) y que el problema con las mascotas es que uno se encarina mucho con ellas y cuando estas mueren le causan un dolor sentimental muy profundo
ResponderEliminarjuka se puede entender tu simpatía revolucionaria. Pero eso de compartir las descalificaciones y respuestas mezquinas del régimen, ese grito de pequeño burgués y vendido que llueve sobre todos los disidentes, si habla muy mal de tu caletre. áyyy, Jukastro, pareces un pionerito en NY. Serías perfecto para regentar un CDR desde la amargura de una ventana caída.
ResponderEliminarVa la respuesta de la Gallita para dar por terminado el capitulo cubano.
"Curioso fin de año en el que las sorpresas se acumulan, los árboles de Navidad regresan y los sexólogos comienzan a usar el lenguaje de los machistas. Mariela Castro me ha llamado gallita y, en su lenguaje de especialista en género y sexualidad, la palabra toma connotaciones homofóbicas. Quizás porque yo soy una desconocedora de los términos de su especialidad, no logro entender qué quiso decirme al endilgarme un rol masculino dentro de un sustantivo femenino, que en eso de la gramática sí que puedo alardear de saber algo. ¿Creerá ella que hago labores de hombre porque exijo derechos y reclamo el respeto a las preferencias políticas? No veo las plumas en mi cola, pero si para ser una muy delicada gallina debo aceptar que un grupo de septuagenarios –todos hombres– decidan cada aspecto de mi vida, entonces me inclino al travestismo y hago quiquiriquí como el gallo con más hormonas del corral.
Reinaldo se ríe desde su delantal de florecitas y me confirma que sí, que soy una gallita de espuelas afiladas. Concuerdo con la prestigiosa especialista en que soy “insignificante”, una anónima pollona que ha logrado con su pío pío incomodar a los finos gallos de pelea. Esos que están tan poco entrenados en el debate que a la mínima discrepancia saltan soltando plumas, hiriendo a todos lados. Se incomodan y terminan por sacar la lengua y –allá atrás– les vemos las feas entrañas de la intolerancia, que tanto hacen hoy en día por disimular."
No me gustan, ni lo uno ni lo otro, porque tarde que temprano llegaran a decir: yo era antes asi.
ResponderEliminarLo de Pionerito me diferencia la corbata, y con respecto a jukastro me hiciste acordar los insultos de colegio, pero me dio mucha risa.
ResponderEliminarCon tal de que no te digan mamerto,Jukastro, porque con ese estigma no llega uno a ninguna parte. Ah, y otra cosa igual de terrible es ser Superparaco I... En el juicio de Nuremberg II.
ResponderEliminarhay hayay Pascual Yo prefiero el remoquete de jukastro al de Pascualcossio.
ResponderEliminaren el primero es puro amor platonico, en el segundo no es ciencia ficcion.
Y porqué no hablan de Gaza sin gasa... porque a punto de remoquetes se van a los puños y gana Paxcual (Pis boxing)
ResponderEliminarY a los fanaticos de Ricardo Porno les aconsejo este nuevo servicio de la Orquesta Filarmonica de Berlin,
ResponderEliminarhttp://www.berliner-philharmoniker.de/en/
Por increíble que parezca hasta el mismísimo pablo milanés siente destemplada la cuerda de la revolución. Habla un hijo legítimo del régimen. Aquí la entrevista completa.
ResponderEliminar¿No confía en que Raúl Castro dé un paso hacia delante?
Yo no confío ya en ningún dirigente cubano que tenga más de 75 años porque todos, en mi criterio, pasaron sus momentos de gloria, que fueron muchos, pero que ya están listos para ser retirados. Hay que pasar el testigo a las nuevas generaciones para que hagan otro socialismo, porque este socialismo ya se estancó. Ya dio todo lo que podía dar, momentos de gloria, cosas imperecederas que aún perviven en la memoria y en los hechos cotidianos del cubano, pero tenemos que hacer reformas en muchísimos frentes de la Revolución, porque nuestros dirigente ya no son capaces. Sus ideas revolucionarias de antaño se han vuelto reaccionarias y esa reacción no deja continuar, no deja avanzar a la nueva generación que viene implantando un nuevo socialismo, una nueva revolución que hay que hacer en Cuba.
Qué es lo más triste que contempla usted?
Es tal la situación que está viviendo el cubano que ya no puede vivir más de promesas. Las conquistas antiguas están ahí. Hay que ir hacia nuevas conquistas. Se logran con nuevos pensamientos y una dinámica nueva que [los dirigentes] no son capaces de ejercer . Estamos paralizados en todos los sentidos, hacemos planes para un futuro que nunca acaba de llegar.
Lo que causa resignación y desasosiego en las nuevas generaciones
No solamente el desasosiego. Los jóvenes cubanos se forman de un modo muy hermoso, pero luego tienen que emigrar para proyectar lo que estudian. Es muy triste porque ni siquiera un exilio político, sino un exilio económico por las pocas condiciones que hay en nuestro país. Que se divida la familia, que se cercene esa relación filial es absolutamente inadmisible en estos momentos.
Quitan el Bloqueo, y despues del 20 de enero, y le garantizo a cualquier critico, hasta el mismisimo Diaz Balart que cuba da un giro de 360 grados.
ResponderEliminarSi uno da un giro de 360° queda mirando para el mismo lado. Es decir que según Juka si se acaba el bloqueo nada cambia.
ResponderEliminarBueno, ya entrado en futorología, yo creo que quitar el bloqueo si tendrá impacto en la isla, tendrán que incentivar más la iniciativa individual para poder sacar provecho de las oportunidades que se presentan. El paquidérmico y envejecido aparato estatal cubano tendría que remozarse o desaparecer. Creo que es más probable que desaparezca por uno nuevo, no sé si democrático, pero seguramente uno que aliente más la individualidad de las personas.
Pero igual es pura especulación.
F.
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ResponderEliminarAqui el de semana:
ResponderEliminarhttp://www.semana.com/noticias-mundo/patria-muerte/119251.aspx
y Aqui el del El Colombiano nada mas y nada menos que eEl Colombiano.
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/L/la_controvertida_revolucion_cubana/la_controvertida_revolucion_cubana.asp?CodSeccion=9
Me llamo la atencion este comentario y que conste que no es JUKA aceres:
Estas críticas ciertas e irrefutables ocultan sin embargo unas realidades también verdaderas y nada despreciables. En Cuba la violencia es tan limitada, tan escasa, que cualquier colombiano desfallecería de envidia ante este paraíso de paz.
También ante otro milagro: no se ve un indicio de miseria ni en las ciudades, ni en los campos. No hay un extendido confort, ni una oferta de servicios y de comodidades, todo es un poco precario, nada es realmente abundante y accesible, pero uno puede percibir que no hay hambre y que en sentido estricto no hay pobreza. No es poco eso si se compara con el resto del continente. Si se piensa que en muchos países, en las grandes y flamantes ciudades, campea la indigencia y miles de personas, en especial los niños, mueren acosados por el hambre.
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ResponderEliminarYo pienso que los cubanos de Miami tienen muchos más recursos para hacer alharaca que los cubanos cubanos. Sin embargo, es seguro que la revolución ya se quemó hace tiempo y hay que darle salidas a las Yoanis para que tengan una vida más libre.
ResponderEliminarYa se acabó el año Carrasquilla, vale la pena mencionarlo, ya que la cosa empezó muy bullosa, pero terminó muy calladita. A mi se me apareció el viejo en Santo Domingo, la foto en el ociopintoresco:
ociopintoresco.blogspot.com
Ociopintoresco: Vos tomaste esa foto?
ResponderEliminarbuena foto.
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ResponderEliminar"En Cuba no hay pobreza en sentido estricto". No parece muy estricto ese sentido. Cuba es un país pobre, muchos de los pobres de nuestras ciudades se sentirían miserables viviendo en las condiciones de muchos cubanos. Ese cuento no se lo cree nadie.
ResponderEliminar"El régimen se niega a calcular la pobreza con los métodos homologados. Aún así, un 46% de los habitantes de La Habana se consideran pobres o muy pobres."
Juka estás muy vigilado, pero podés decir lo que se te antoja. Hermano, el derecho disvariar.
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ResponderEliminarjuka no le metas la culpa a la ciudad entera de la paranoia de tus consejeros turísticos. Te están ciudando demasiado. Por qué no contrataste a chinasky de guardacho y problema solucionado. Pobrecito juka, tiene miedo de arrimar a la unidad deportiva. No parce, está más gringo de la cuenta. agradezca que en NY lo cuidan.
ResponderEliminarJuka ya estás mezclando la mierda con la pomada.
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ResponderEliminarJuka, deberías irte a vivir a Cuba un rato, y nos contás que te parece, como es el mejor país de todo el mundo, no creo que te quede difícil decidir si seguir trabajando en NY o ir a disfrutar del milagro cubano. De todas maneras en NY te vigilan y malgastan el planeta ofreciéndote servicios que no necesitas, tonces.. Cuba es el futuro!!
ResponderEliminarClaro, no te pagarán lo de NY, pero podrás enfermarte y disfrutar del servicio médico.
Pasado un año nos cuentas que te parece el asunto.
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ResponderEliminarque clase de tijera pasó por acá Pascual?
ResponderEliminarEureka esa tijera no fue mía. Me imagino que fue el propio autor de los comentarios el que decidió suprimirlos. Aunque no creo que eso signifique retractación. Ni más faltaba que le fueramos a montar a Juka la peligrosidad predelictual.
ResponderEliminarpeligrosidad predelictual, se inventan unas cosas....
ResponderEliminarPascual, ¿Existe a su criterio una salida digna para Cuba, que no represente transigir ante el asedio gringo?
ResponderEliminarcuando fuí a cuba, estuve por una semana nomás, de vacaciones. conocí gente hermosa y muy alegre, conocí a Carmen una mujer que nos atendía en el Hotel Nacional cuando íbamos a comernos unas tapas y unos saduches, las personas que nos dieron hospedaje, eran hermosas y muy queridas, nos trataron como miembros de su familia, pero salí confundida de la isla, no hay pobreza según dicen, o nos muestran en las partes donde van los turistas, pero si hay gran diferencia los cubanos atienden los hoteles pero no se pueden hospedar, atienden mientras un televisor plano ameniza la cena de los turistas, pero ellos no pueden tener un televisor, hay un restaurante fínisimo donde los Reyes de España, comieron, pero ellos no pueden, hay un Beneton en la plaza de San Francisco un lugar donde no pueden entrar, parece que al final de cuentas el Capitalismo ha llegado a la Isla por medio del turismo, pero sin él, la Cuba sería más pobre y más aislada y las obras arquitectonicas estarían más destruidas que nunca.
ResponderEliminarcuando fuí a cuba, estuve por una semana nomás, de vacaciones, conocí gente hermosa y muy alegre, conocí a Carmen una mujer que nos atendía en el Hotel Nacional cuando íbamos a comernos unas tapas y unos saduches, las personas que nos dieron hospedaje, eran hermosas y muy queridas, nos trataron como miembros de su familia, pero salí confundida de la isla no hay pobreza según dicen, o nos muestran en las partes donde van los turistas, pero como si hay diferencia los cubanos atienden los hoteles pero no se pueden hospedar, atienden mientras un televisor plano ameniza la cena de los turistas, pero ellos no pueden tener un televisor, hay un restaurante fínisimo donde los Reyes de España, comieron, pero ellos no pueden, hay un Beneton en la plaza de San Francisco un lugar donde no pueden entrar, parece que al final de cuentas el Capitalismo ha llegado a la Isla por medio del turismo, pero sin él, la Cuba se´ria más pobre y más aislada y las obras arquitectonicas estarían más destruidas que nunca.
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