miércoles, 24 de junio de 2020

Guantes negros





La caja del Chapo contiene provisiones para cerca de una semana y está dirigida a personas de la tercera edad. Arroz, frijol, azúcar, galletas, pasta, puré, aceite, papel higiénico y agua en botellas. Desde la última semana de abril se han entregado algunas tandas en el Área Metropolitana de Guadalajara. Las entregas las ha hecho Alejandrina, la hija menor del Chapo, y un directivo de su empresa comenta cómo buscan a los beneficiarios: “…hemos pedido en redes sociales que la gente nos refieran a personas de la tercera edad, no queremos equivocarnos y que llegue la ayuda donde no debe de llegar”. Tienen sin duda una base de datos bien depurada.
En el Zen, un barrio en las afueras de Palermo, la distribución de las ayudas la ha liderado Giuseppe Cusimano, el hermano dócil de Nicolo Cusimano, líder mafioso condenado hace más de diez años por tráfico de drogas y otras labores en el vecindario. Esta vez no se entregaron en cajas con la cara del benefactor sino en simples bolsas de plástico. “Las compras se realizaron a través de la asociación Santo Pio a la que pertenezco. Si tratar de hacer el bien para mi vecindario significa ser un mafioso, entonces yo también lo soy”, le dijo Nicolo a la prensa con su mascarilla bien puesta.
A mediados de abril una camioneta fue detenida en la frontera italiana con más de medio millón de euros en efectivo. Era conducida por hombres vinculados a nueve grandes familias de la mafia calabresa. Los billetes venían de un país de lo que llamábamos la Europa Oriental. La liquidez es ahora la gran ventaja de la mafia y su idea de reinventarse. Está muy claro que es hora de invertir. El líder de un grupo recién creado por la fiscalía italiana para monitorear el papel de la mafia en la reactivación lo dice muy claro: “Debemos tratar de evitar que el déficit de liquidez, que en este momento puede afectar a empresarios y grupos de ciudadanos, sea financiado por organizaciones criminales a través de la usura o la toma de negocios completos.” Las tasas de usura callejera han comenzado a bajar para captar nuevos clientes. Las cifras oficiales dicen que lo que entre nosotros se conoce como el gota a gota tiene ahora un 10% más de clientes. La mafia ya maneja negocios de suministros médicos, limpieza y clínicas y hospitales, funerarias, transporte de alimentos a las ciudades y al parecer cada vez tendrá mejores intenciones e inversiones en los hoteles y los restaurantes, los sectores con mayores urgencias. Roberto Saviano, una especie de biógrafo de la mafia italiana, autor de novelas y crónicas de Camorra, mira desde su confinamiento hacia las playas más cotizadas: “¿Quién volverá a comprar los complejos turísticos de la Côte d'Azur o de la Costa del Sol, devastados por la crisis del turismo del 2020?” Según Saviano las mafias tendrán mayores acciones en los escenarios del Jet Set y en los callejones de los barrios populares: “El verdadero Estado del bienestar en las periferias lo están ejerciendo las organizaciones criminales”.
Los historiadores retroceden cuarenta años para intentar un perfil de las posibilidades del poder mafioso en medio de la pandemia. En 1980, el terremoto en Irpina en el sur de Italia, dejó grandes daños en Nápoles y la mafia fue una de las principales protagonistas de la reconstrucción. Y si se van hasta los estragos de la peste de cólera en 1884 llegan hasta una frase que se hizo famosa entre la mafia naciente de la época: “El cólera es mejor que la salud”. Los mágicos manejaron parte de la plata de la época para “rehabilitar” la ciudad.
¿En qué andarán nuestras mafias, cuáles serán sus ideas y sus negocios, hacia dónde llevarán sus contagios? Es hora de mirar nuestra recuperación económica más allá del IVA.






1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que queda claro es que las economías ilegales son las de mayor adaptabilidad a las crisis. En Colombia veremos traquetos comprando peluquerias, locales en centros comerciales lujosos y salvando Harry Sasson?