martes, 19 de febrero de 2019

También caerá





En diciembre pasado el contralor departamental anunció sanciones para los alcaldes que gastaran recursos públicos en pólvora. El próximo viernes se verá en Medellín el mayor gasto de la historia en Juegos pirotécnicos. La alcaldía decidió demoler el edificio Mónaco, donde Pablo Escobar vivió un poco más de dos años, para “derribar una estructura mental: la que acepta la ilegalidad como camino.” La paradójica idea de derribar para construir memoria tendrá un costo de 30.000 millones de pesos. Hasta ahora no se sabe muy bien en qué se gastará la plata. Unos cuantos miles en la demolición, 6.000 millones en el Parque que se construirá y otro tanto en el espectáculo que casi incluyó narradores deportivos para gritar en el momento cumbre desde el Club Campestre de Medellín, escenario para el avistamiento de la magna implosión.
La administración de Federico Gutiérrez lleva tres años largos en una lucha denodada contra un fantasma. Al alcalde lo atormenta la sombra de Pablo Escobar sobre la ciudad, los hitos inevitables de su estela de terror, las cicatrices, la herencia de su demagogia millonaria de político menor. Habría que desmontar una buena parte de la ciudad para borrar las huellas de la mafia. Pero al alcalde lo angustia sobre todo el vínculo que hacen los extranjeros entre Pablo Escobar y Medellín. Un tipo de complejo muy común en las sociedades que tienen un sentimiento de culpa y una desmesurada intención de exhibir y exagerar sus virtudes. La administración ha terminado persiguiendo a los hostales que ofrecen un tour tras los pasos de Escobar. El chantaje ha llegado de la mano de sanidad y otras dependencias encargadas de la asepsia material y moral.
La administración nunca entendió que es más útil construir un discurso que controvierta el que muchas veces ha enaltecido la figura del capo en la ficción. No logró ver el Edificio Mónaco como una oportunidad para entregar una versión plural y compleja de nuestras tragedias, más allá del turismo barato y las apologías. No supo aprovechar una parada obligatoria en ese recorrido tras los narcos para hablar de una guerra impuesta, para entregar aunque sea unos fragmentos de las mejores reflexiones Made in Medellín acerca de los efectos de la mafia sobre una sociedad tan ávida como desvalida.
Es imposible que se marque un punto de inflexión con un estallido oficial luego de 31 años de un estallido criminal. Medellín tiene todavía vivo el poder de la mafia en sus barrios. Llevamos tres años seguidos con homicidios al alza, un estudio oficial reciente en 247 barrios y 61 veredas mostró que en el 80% de los territorios visitados se hacen cobros extorsivos, los pillos cada vez tienen más poder sobre la economía legal, un secretario de seguridad nombrado por Gutiérrez terminó en un proceso por sus vínculos con las estructuras criminales. La dinamita solo sirve para que los medios giren la cabeza, para la instantánea y el discurso, para el aplauso complaciente acompañado de palito de queso en el Club Campestre.
Todas las decisiones en este caso se tomaron lejos de la ciudadanía, a kilómetros de las instancias que se habían construido alrededor de la Casa de la Memoria, huyéndole a la discusión pública, como si se tratara de un ejercicio privado entre algunas empresas “patrocinadoras” y el alcalde. La policía tiene en algún patio la escultura La Nueva Vida del maestro Arenas Betancourt que adornaba el edificio. Buscan sacar unos pesos bajo la lógica de los chatarreros. Muy seguramente terminará en el parque como un dudoso homenaje a las víctimas. La esposa de Escobar dijo en su libro que la escultura era un símbolo de su familia. Una nueva historia para el inevitable peregrinaje.



9 comentarios:

Unknown dijo...

Ni más ni menos Pascual,es más una apología al despilfarro,"lo que nada nos cuesta"invertir solo para destruir,no hay derecho.!!

Unknown dijo...

Una total ridiculez y el despilfarro de dinero de un akcalde farandulero

Anónimo dijo...

que derroche de recursos y la ausencia del estado es lo que predomina en la gran parte de la ciudad

clau dijo...

Qué falta de respeto. Qué atropello a la razón. Más razones para seguir con este tango que es Medellín Fico es Impresentable. #Memoria

Anónimo dijo...

Muy bien Pascualito escondido entre los humos de las yerbas que consume y de sus amigos los
De la Educación que lo llevan al despilfarro de la palabra en contra de quienes no le conviene para su poder detrás del poder. Sigue así que pronto llegaras al poder para demostrar lo poco o nada que entendes esta ciudad.

Anónimo dijo...

Lo derriban porque ningún político corrupto pudo apoderarse de él, era una propiedad demasiado mediatizada como para ”voletearse” de esa forma.
Pero Pascual, pregunte por las fincas del capo acá en el oriente de Antioquia.
La Manuela y torre alta en el tablazo (Rionegro). Quienes serán los dueños actuales? Esas que no aparecen en los medios de comunicación.

Unknown dijo...

Actos falanduleros y pantalleros cómo estos son los que produce Foco, para tapar su eneptitud.

Anónimo dijo...

parece que fico gutierrez encontro la manera de pagarle a sus socios de la Macarena la gente de degrupe, contratándolos para organizar el show en el campestre.

Sixpence Notthewiser dijo...

Pues es la culpa que trastorna. Ni que el pais o el mundo puedan olvidar lo que hizo Pablo. Como dices, habría que derribar mas que un edificio para deshacerse de lo que queda de los narcos....