miércoles, 15 de octubre de 2025

¿Candidatos o designados?

De qué hablaron Petro y Quintero en una cita privada en Medellín?

 Javier Ruiz Agudelo ᘛ⁐̤ᕐᐷ💙⭐🇵🇸 on X: "Uribe con Fico al que le dicen The  New Fajardo. Ya veremos a Fico diciendo "se puede" o que "no hay que  polarizar". Mal augurio para

Los dos grandes electores del país no confían en sus fichas propias, no creen en los peones con las siglas de sus partidos y buscan opciones más atractivas y más riesgosas. En los dos extremos políticos se habla de la escogencia democrática del candidato único, que se acabó el dedazo, que pasó la hora de los más mandamases, pero las consultas y las encuestas esperan el guiño o la imposición de los jefes. Se trata de dar apariencia de legitimidad hasta el día del señalado.

En el Centro Democrático el mecanismo ya es conocido. Hace cuatro años Óscar Iván Zuluaga ganó con el 43% la encuesta que señalaría al hombre de Uribe. Pero ni sus rivales ni el expresidente quedaron contentos. Duque había curtido el logo del CD y Zuluaga cargaba con una triste derrota. Un día después de la elección de Fico en la coalición Equipo por Colombia OIZ se bajó por cuenta propia y adhirió al, en su momento, exalcalde de Medellín. No esperó ni que Uribe le diera el “consejo” de dar un paso al costado. Llamó a Fico por cuenta propia y tiró la puerta. En ese momento ni siquiera Fico quería ser el de Uribe, o por lo menos no de una manera muy enfática. El CD acababa de perder cuatro sillas en el senado. “Se necesita un candidato fresco”, era el lugar común del momento. Ni el vice de Fico pudo sugerir el partido más importante de la derecha.

Ahora la derecha oficial está en la misma “encrucijada del alma”. El asesinato de Miguel Uribe aumentó la necesidad de buscar un candidato viable por fuera del partido. Pudo haber sido Juan Carlos Pinzón cómo una pieza de última hora para la encuesta que definirá las cosas en el CD. Pero las mujeres de la casa (Paloma, Cabal y Holguín) se negaron a recibir al colado. Si algo espere hasta marzo, fue el mensaje, y Uribe aceptó, era muy temprano para romperlo todo. Ahora todo apunta a que en marzo el candidato de la derecha estará por fuera de la oficialidad del CD. Al parecer Uribe no necesitará ser tan displicente como fue con Zuluaga, un elegido e indeseado. Vicky, de la Espriella y el mismo Pinzón son hasta hoy los verdaderos candidatos de la derecha. Cualquiera sea el ganador de la encuesta del CD parece tener pocas opciones en marzo. Será solo la punta de lanza.

El Pacto Histórico ha entrado en la misma lógica de la mano de Benedetti y el pragmatismo del presidente Petro, ideológico en las decisiones de gobierno y los discursos pero promiscuo y resultadista a la hora de los voticos. A diferencia de Uribe que decidió respetar a su gente en el primer lance, Gustavo Petro les metió a Daniel Quintero a la brava. No importó el pataleo de Bolívar, Muhamad, Pizarro y hasta Cepeda. Va porque va, fue la decisión del Presidente. Para que no se oyera tan mal habló de la democracia amplia y la improcedencia de los vetos.

Ya se sabe que Quintero tiene opciones de purgar a la izquierda con el eficiente rastrillo de la política tradicional. “Se necesita un candidato fresco”, es la frase. Petro tiene un antecedente, en la elección del 2022 eligió a regañadientes a Francia como fórmula vicepresidencial, se había anunciado que el segundo en la consulta del Pacto estaría en el tarjetón pero intentó encontrar un nombre por otro lado. En marzo dos candidatos de la política tradicional podrán pelear la representación de la izquierda, un cambio histórico.

Desde hace tiempo la enseña de los partidos tradicionales, con historias muy tiznadas, va escondida detrás de la cara de los candidatos. El Pacto Histórico y el Centro Democrático han entrado muy pronto en la misma lógica, la pantomima interna y la elección del hijo por fuera de la casa.

 

miércoles, 8 de octubre de 2025

Petro Thunberg

Gobierno Petro promueve marcha proPalestina este martes y habla de  seguridad a embajada de EEUU | Noticias hoy | EL ESPECTADOR

Greta Thunberg denuncia hostigamiento de drones israelíes desde la Flotilla  de la Libertad que viaja rumbo a Gaza | Internacional | EL PAÍS

Se cumplen dos años del ataque terrorista de Hamás y del inicio de la respuesta Israelí que ha sido desproporcionada y criminal. Una simple mirada a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aprobada en 1948 por la Asamblea General de Naciones Unidas, deja claro que lo que ha hecho Israel no tiene otro nombre. Son XIX artículos para comprobar que la estrategia de tierra arrasada de Israel se ajusta a cada una de sus definiciones. El informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre los territorios palestinos ocupados, creada en 2021, lo dijo en la reciente Asamblea General: “Al matar, causar lesiones físicas o mentales graves, someter deliberadamente a condiciones de vida para destruir a los palestinos, e impedir la natalidad en Gaza, las autoridades y fuerzas israelíes perpetraron cuatro de los cinco actos genocidas definidos en la Convención para evitar ese crimen.”

Hay un gran acuerdo mundial en la condena a las acciones que dirige Netanyahu. En junio 149 países exigieron un alto al fuego y una rendición de cuentas por parte de Israel. Luego de la orden de arresto por parte de la Corte Penal Internacional por delitos de lesa humanidad, Netanyahu y su exministro de defensa podrían ser arrestados en 124 países. Además, 155 países reconocen hoy la existencia del Estado de Palestino. Entre ellos, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU excepto Estados Unidos. La solución de dos estados para el largo conflicto está planteada desde hace más de ochenta años y ha tenido variados intentos y fracasos con apoyo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

No estamos, entonces, en un mundo que ignora un genocidio, no tiene sentido la idea según la cual hay algunos visionarios que abren los ojos a un planeta insensible. Israel está cada vez más cercado internacionalmente y ya se habla del “momento Sudáfrica”, cuando la presión internacional se haga tan fuerte que obligue a Israel a negociar y a poner fin al asalto desmedido contra todo un pueblo. Pero entre nosotros el presidente ha vendido una idea bien distinta. Petro se considera la vanguardia mundial en la defensa de Palestina. Cree, o quiere hacer creer, que lidera al mundo contra la atrocidad desde sus ensueños en X. Petro sufre de un repentino ataque de juventud que puede guiar al mundo árabe desde el megáfono. Quiere ser Greta Thunberg, “digna como una antigua vikinga”, sueña con encarnar un rockstar comprometido y enseñar su dark side of te moon. Y quiere volver al combate, tiene nostalgia de la lucha armada, quiere interpretar al Arafat del fusil, ir a la batalla y, por qué no, “morir en esas arenas llenas de sangre y humanidad”. Es solo un poco de Jhovanoty.

Pero su arrebato es también una estrategia. Lleva al menos un año vendiendo esa imagen. Lejos de nuestras miserias y sus desastres. Es más fácil machacar una causa indiscutible que enfrentar la realidad, si se puede ser un adalid, ¿para qué ser un presidente? Además, Petro señala enemigos internos en su cruzada por Gaza, una causa noble y una estrategia doble, una manera de ampliar la categoría de fascistas en la que ya ha ubicado a medio país. El presidente habita una alucinación.

Los presidentes de los países cercanos ideológicamente en la región, México, Brasil y Chile, tienen posturas muy similares: todos han hablado de genocidio y reconocido a Palestina como Estado, han retirado sus embajadores y roto acuerdos de cooperación militar, han suspendido algunos lazos comerciales. Pero ninguno encarna al activista, no sueñan con llevar el timón de los veleros de la flotilla. Petro es la vanguardia de sí mismo, no es un abanderado de Palestina sino del Pacto.

 

 

miércoles, 1 de octubre de 2025

La carta robada

 


Quintero ha contratado en la Alcaldía a más de 40 exfuncionarios de Luis  Pérez - La Silla Vacía

“Hasta que la dignidad se haga costumbre”.  La frase la repitió Francia Márquez durante la pasada campaña presidencial y se hizo emblema en el triunfo de la dupla del Pacto Histórico. Durante el gobierno ha seguido sonando como una forma de atenuante a los fracasos del cambio. Algo así como, “no es fácil, apenas estamos en los primeros pasos, faltan décadas de progresismo pero avanzamos.” Ya sabemos dónde está Francia por defender su dignidad. Pero estamos en otros tiempos: hasta que el poder se haga costumbre.

Las cosas van para peor. Petro está dispuesto a entregarle la izquierda a un advenedizo con un prontuario amplio. Luego de alcanzar el poder, la derrota es una humillación además de un fracaso. El presidente en retirada ya no mide dignidad, ideología, coherencia, ya no hay topes en campaña, es preferible dejar un infiltrado, perderlo todo en un segundo tiempo, que sentir la derrota frente a las “enemigos”. Uribe y Santos lo saben muy bien, tuvieron una bonita experiencia.

 De modo que si para llegar a la presidencia fue necesario cerrar un poco los ojos, soltar los frenos para alcanzar algo más de velocidad, ahora es posible que toque acudir al doping. Ya no se trata de que Benedetti convierta al progresismo a algunos contratistas y barones locales, ni de que Roy haga un poco de malabarismo con los cuatro partidos donde pica y se va, ni de arrimar a La U, engrasar a los conservadores descarriados, traer al liberalismo socialsabroso. Si toca jugar con una carta falsa, pues toca. Ese es Daniel Quintero, esa puede ser la herencia de Petro a la izquierda que ganó después de décadas en Colombia. La apuesta es arriesgada. Quintero ha militado, con el silencio del lagarto agazapado, entre los conservadores, los liberales, los santistas y los progresistas.

Es cierto que el oportunismo y la deserción son formas de independencia, en eso Quintero es serio, solo responde a su ambición personal, a sus ansias de dinero y poder. Petro habla contra la codicia y al mismo tiempo empuja a un político ávido. Es contradictorio que un ideólogo como el presidente, un hombre acostumbrado a tomar decisiones por su doctrina, por sus ideas aprendidas, pueda al momento de la campaña ser un pragmático desvergonzado. La apuesta es arriesgada. Un Pacto derrotado y partido por Quintero tardará años en reponerse.

El ex alcalde de Medellín que metió el Esmad en la Universidad de Antioquia, que cercó con militares un pequeño barrio popular durante la pandemia -conejillos de indias del Sinaí, así se llama el barrio para más paradojas-, que usó los datos de los ciudadanos para sus fines políticos en los mismos tiempos del Covid, que inventó medios alternativos desechables para enriquecer amigos y hacerse propaganda, que negoció el Área Metropolitana y metió la corrupción al Programa Buen Comienzo, que corrompió hasta la poda de los jardines de la ciudad, que puso cuatro gerentes en EPM e hizo renunciar a la junta en pleno, que usaba la caja menor de la administración para mecatear con su familia y amigos, que dejó tirada la alcaldía para impulsar al primo de su esposa como candidato inhabilitado…, el político más mendaz que ha medrado en Medellín, es ahora la carta del progresismo.

La mezcla es interesante. El presidente comprometido con la humanidad, el hombre en busca de un mundo mejor, el guerrero de las causas nobles. El mismo que en la realidad, en la campaña, acude al pragmatismo a toda prueba, el alma al diablo, a la radicalización del clientelismo, a las ofertas a diestra y siniestra. Petro juega al todo o nada. La pegunta es si es cálculo o arrebato.

 Pablo JaramilloVasco on X: "¿Saben en qué escuela aprendió a robar Daniel  Quintero? https://t.co/3d5spv355k" / X