miércoles, 3 de agosto de 2011

Camaradería electoral




Los pesimistas dirán que las elecciones regionales son el espacio ideal para la promiscuidad. Se borran las fronteras ideológicas, se flexibilizan las morales y se olvidan las rencillas partidistas. La necesidad del abrazo de campaña arregla contubernios imposibles. Como prueba del libertinaje pueden exhibir la bandera de campaña de Enrique Peñalosa: después del verde riguroso de las elecciones presidenciales pasó a lucir casi todos los colores, hasta parecerse a la insignia del orgullo gay.
Pero valdría la pena mirar toda esa confusión de logos, con casos de triple militancia y nuevos mejores amigos en todas las comarcas, con ojos optimistas, como un ejemplo de reconciliación. Antes las elecciones encendían los odios de partido y las matazones, ahora alientan un hambre y un miedo a la orfandad de los palacios municipales que las grescas se han convertido en sobadera. Esta política pequeña, que depende las listas de profesores, de las planillas de acción comunal o de la mejor manera de cepillar a un líder de barrio, hace necesarios unos consorcios entre las micro empresas electorales. Aquí ya no importan las afinidades sino las facilidades. Y la contabilidad impone sus leyes sobre los discursos y los folletos programáticos.
La campaña electoral que está comenzando en Medellín ha mostrado un edificante escenario de renovación de amistades. Componendas según las palabras de los desconfiados. Por ejemplo: los conservadores que no se quieren ni entre ellos, están apoyando a dos candidatos con credenciales liberales. Juan Gómez Martínez lució una corbata roja, que hasta hace poco consideraba una soga, para sellar su apoyo a Aníbal Gaviria. Por supuesto llevó de la mano a Fabio Valencia Cossio, godo de siempre recién convertido a la U y ahora compañero de tarima de los liberales.
Sin embargo esa ecuación es más sencilla que la del otro candidato con pasado rojo. Luis Pérez, ahijado de César Pérez y otros peligrosos dinosaurios, repudiado por todos los partidos por encima de la mesa, ha recogido apoyo de todos los directorios por debajo de ella. Como es su costumbre. Lo acompañan las varonesas conservadoras Liliana Rendón y Olga Suárez Mira, políticas de oficio, o politiqueras que también se les dice. Y la gente de Cambio Radical, que denuncia el purismo ético de la dirigencia nacional del partido: “claro, es muy fácil jugar a la pulcritud cuando la papa ajena es lo que está en juego”, dicen los radicales. Y algunos liberales que saben que en la mesa de Pérez se come bien. Lo más gracioso del asunto es que Luis Pérez termina avalado por un grupo significativo de ciudadanos, una figura creada para que los candidatos sin filiación partidista ni maquinaria pudieran competir. De modo que al candidato independiente solo lo acompañan un grupo significativo de políticos y sus rebaños.
Y no es solo Medellín. En Santa Marta, por ejemplo, se da el mismo caso. Luis Miguel “El Mello” Cotes se lanzará por firmas con el apoyo de todos los políticos tradicionales. Bien sea que estén en la cárcel o en libertad. Apareció una puerta para paliar el reciente pudor de los partidos. Y en Barranquilla, Elsa Noguera, la candidata que representa la tecnocracia, lleva detrás a tres casas de tecnócratas electorales: Char, Name y Gerlein. No será nada fácil marcar el tarjetón frente a semejante ambiente de camaradería entre viejos enemigos políticos. Tal vez un examen minucioso a la foto de tarima sea la clave.

3 comentarios:

Pascual Gaviria dijo...

Luis Pérez ve tan sencillo y natural el tema de la corrupción que no tiene problema en anunciar la manera como compra los apoyos con el respaldo del presupuesto municipal. O si no vean:

"En un acto público celebrado en las instalaciones del Instituto Metropolitano de educación IME, la Federación hizo conocer el compromiso pactado con Luis Pérez, mediante el cual se garantiza el desarrollo de la Universidad Virtual, cuyo objetivo será profesionalizar cientos de líderes comunitarios de Medellín en su primera fase, y a los demás miembros de las juntas en su segunda fase.
Los presupuestos de menor cuantía tendrán prioridad para la adjudicación directa a las juntas que presenten proyectos de desarrollo comunitario
La presidencia de la Federación Comunales por Medellín aseguró que “el 80 % de las juntas de acción comunal de la ciudad, acompañan la aspiración de Luis Pérez”.

Martín dijo...

Excelente entrada Pascual...

Anónimo dijo...

Lo único malo de la cultura mafiosa es que, como es superficial por antonomasia, en ella terminan instalándose a manera de sus hermenéutas, exhorcistas y diagnosticadores principales y eminentes, tipos tan tontos y apocados intelectualmente como pascual y alejandro gavilla.