martes, 20 de agosto de 2013

Participación en política







Fabio de Jesús Valdelamar fue director del hospital de Cartagena del Chairá durante más de siete años. Tiempo suficiente para lograr que el nombre de hospital le quedara un poco menos grande al puesto de salud. ‘El medico’ comenzó a ser un referente en el pueblo y tuvo la mala idea de buscar la silla del palacio municipal. Otro nombre grande para una oficina chica con una historia de 50 años. Profesores y médicos son los protagonistas de la política en muchos de nuestros pueblos: ahí están buena parte del presupuesto, los principales intereses de la comunidad y la oportunidad de probar finura ante gobernadores y congresistas. Valdelamar se lanzó a la alcaldía en las elecciones de 2007 acompañado por algunos amigos. Luego de las primeras reuniones y el debut en la tarima uno de los compañeros de aventura hizo la pregunta inevitable: “¿Y usted ya habló con esa gente?”. Antes que los avales del Estado la zona exige la autorización de las Farc para buscar los votos. Quien hacía la pregunta era el más cercano a la guerrilla y fue encargado de concretar la reunión. Una simple cita informativa para contarle al comandante quienes estaban detrás de la candidatura y cuáles eran las principales ideas de inversión.
‘El médico’ y dos de sus compañeros tomaron el deslizador río Caguán abajo para llegar a cumplir la cita en Remolinos. Allá los recibió el Negro Mosquera y hablaron del pueblo, de  la revolución, de la guerra y del futuro. Durmieron en el campamento y al día siguiente Mosquera despidió al candidato con un tranquilizador: “Hágale médico, haga su campaña, pero no se meta por aquí, haga sus cosas en el pueblo no más”. Ya tenían la autorización de los duros y habían listado cerca de 400 personas en sus dos reuniones previas en el casco urbano, Valdelamar tenía cara de candidato ganador.
De regreso, más o menos en la mitad del recorrido, en un caserío llamado Puerto Camelia, varios guerrilleros les hicieron señas para que se arrimaran a la orilla. Allí, les dijeron que tenían que entregarle unos documentos a ‘El médico’ y dejaron a sus dos copartidarios tomando cerveza en la única tienda con televisión de ese pueblo con nombre de telenovela. No habían pasado 15 minutos, las cervezas todavía estaban por la mitad, cuando llegó un muchacho corriendo con la noticia: “Hey mataron a Fabio, allí está, allí arriba, le pegaron como seis tiros…” Contra todas las advertencias sus amigos subieron para encontrarlo de cara contra un barranco: “Ni siquiera alcanzó a poner las manos, lo mataron a mansalva”, contaría después uno de sus compañeros en esa aventura política que terminó como muchas otras en el Caquetá.
La orden de matar a Valdelamar la dio el mismo Negro Mosquera que un día antes había dicho con tranquilidad, “hágale médico”. Un radista de las Farc se lo contó a uno de los amigos de Valdemar dos años después del asesinato. Los guerrilleros que estaban en Puerto Camelia preguntaron dos veces por qué no se “podía dejar pasar a ‘El Médico’ si el hombre era bien”, la respuesta fue clara: “No pregunten güevonadas, o lo pelan ustedes o los pelamos”.
Según el proceso penal la orden del Negro Mosquera se habría dado por un video de una de las reuniones políticas donde un coronel del ejército, que llevaba dos meses en la zona, dijo que apoyaba la candidatura de Valdelamar. Fue suficiente para la condena a muerte. Las Farc llevan mucho tiempo participando en política. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pascual: conocí al Md Valdelamar, un muchacho costeño que estaba echando raíces aquí en el Caqueta y se que como director del hospital le colaboro mucho a la guerrilla de las FARC, pues fue el único director que estuvo antes ,durante y despues de este municipio Y así fue como le pago la guerrilla. Muy buena crónica.