Un joven provocador, orgulloso de su sentido común, de sus argumentos llanos y ofensivos, feliz por carecer de un grado universitario, era quizá la estrella política más importante en las universidades de Estados Unidos. La paradoja de un predicador que detesta las iglesias donde es más exitoso. Según la página oficial del movimiento Turning Point, creado por Charlie Kirk cuando tenía apenas dieciocho años, la organización tiene presencia en tres mil quinientas universidades y colegios en el país. La furia de sus contrincantes políticos era la adrenalina que alimentaba su discurso y el reto al privilegio de la educación superior su principal objetivo.
Kirk fue la primera persona a la que acudió el vicepresidente J. D. Vance cuando decidió lanzarse al senado en 2021. Fue, además, su enlace con Trump, quien le ayudó a que Trump Jr. contestara sus correos y se creara una relación personal con el presidente. En el lanzamiento de su campaña al senado, Vance se centró en la crítica a las universidades: “Si alguno de nosotros quiere hacer lo que quiere hacer... tenemos que atacar a las universidades con honestidad y agresividad”. Su discursó usó como título una famosa frase de Richard Nixon: “Las universidades son el enemigo”. Es seguro que el joven Kirk tenía ascendencia sobre Vance, un prometedor abogado de Yale.
El asesinato de Kirk el pasado fin de semana fue la cima trágica del fuerte enfrentamiento del movimiento MAGA (Make America Great Again) con la educación superior en Estados Unidos. Una pelea que las universidades han ido perdiendo no solo con el recorte de fondos –Trump canceló 2500 millones de dólares de fondos federales– y las imposiciones de la administración Trump, sino frente a la opinión pública donde cada vez tienen menos prestigio. Según las mediciones de Gallup, en 2015 el 57% los estadounidenses tenía mucha o bastante confianza en las universidades y apenas el 10% respondía que poca o ninguna confianza. En el mismo estudio de 2023, quienes dijeron tener bastante o mucha confianza fueron apenas el 36% mientras el 32% dijo tener poca o ninguna. Fue la institución con la mayor pérdida de confianza entre 2015 y 2023. Además, solo el 22% de los jóvenes norteamericanos dicen que vale la pena, en relación costo-beneficio, obtener un grado universitario. Los desproporcionados precios de las matrículas han ido creando una creciente animadversión de jóvenes trabajadores frente a las universidades, cada vez más vistas como una logia que solo sabe de corrección política y superioridad moral.
Trump tenía muy claro el papel de Kirk frente a los jóvenes, su capacidad de hacer sentir como rebeldes a los conservadores extremos, el bulling ideológico, la agresión y la mentira, muchas veces, en un gran instrumento de batalla electoral: “Nadie entendía el corazón de la juventud en Estados Unidos mejor que Charlie”, dijo Trump luego del asesinato.
Casi todas las encuestas electorales de 2024 hablan del avance de los republicanos en el voto joven. Por ejemplo, según AP VoteCastel el 47% de los votantes de entre 18 y 29 años votó por Trump, mientras que el 51% se inclinó por Kamala Harris. En 2020, Joe Biden superó a Donald Trump con un 61% frente a un 36% en ese mismo segmento de votantes. El presidente ha reconocido el importante papel de Kirk en ese cambio.
En tiempos de erosión de la verdad y de ataques a la ciencia, cuando las mentiras de los políticos replicadas por los bots se van tomando el debate, las universidades sufren una especie de cerco ideológico por la guerra política. El activismo en sus campus que se vio tanto tiempo como un activo importante, parece haber logrado que disminuya su relevancia social.
1 comentario:
No se ha perdido mucho en lo que concierne a humanidad.
Kirk era un rebuscador, estafador y mentiroso de primera. Lo único que concierne a este tipo de basura es el dinero (12 millones de dólares no está mal para el rebusque, no?). Se especializaba en 'debatir' (algo que nunca en realidad hacía) a jóvenes universitarios con retórica gastada y trucos oratorios. Al final, lo ha bajado uno de su misma calaña, haciendo énfasis en uno de los puntos que Kirk hizo famosos: para dejar que todos lleven armas, hay que pagar el precio de unas cuantas muertes.
Thoughts and prayers.
XOXO
P.S. el precio que tienen las cabezas de los intelectuales en las universidades de los Estados Unidos está más ligado a Project 2025 y al fascismo que a Cheeto per se.
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