jueves, 28 de agosto de 2008
Guardianes de la bahía
Lo primero es un clima de recelos tan pegajoso como la humedad ambiente. Los negros se guardan las palabras, le esconden el camino corto al colono, hacen negocios cifrados bajo el patrón oro que impone el galón de gasolina y responden con un monosílabo a las preguntas viejas de los militares. Parece que entre todos hubiera un secreto que se debe cuidar del oído curioso del recién llegado. Los uniformados por su parte sólo confían en los mensajes que les entrega el celular y en sus bitácoras escolares, llenas de horas exactas y nombres cambiados. Los cholos ni hablar, ni siquiera durante sus tardes de alcohol sueltan la lengua. Y los colonos mienten por deporte, alardean y señalan mientras van cobrando por sus servicios. Así que todo el mundo camina despacio, esquivando las supuestas espinas regadas aquí y allá.
En el medio de las desconfianzas se mueve Ovidio, un antiguo mesero de mafiosos convertido en operador turístico, una especie de megáfono ambulante que da vueltas por el pueblo gritando en todas las esquinas. Trae las flores para el matrimonio del juez, los dos solomitos que mandan de Medellín para engolosinar al coronel y un par de razones para los trabajadores de la empresa de energía. Habla por todos los silenciosos que viven en el pueblo y sus alrededores. En su boca nos llega la noticia que más tarde nos contarán desde todas las orillas: “Vamos rápido por la gasolina que está escasa. Usted sabe como está esto aquí, desde que aparezcan esas pacas flotando la gasolina se evapora”. Las pacas con cocaína se han convertido en el gran botín de la bahía, una pesca milagrosa que ha reemplazado la paciencia de la pesca de todos los días. La Armada voltea una lancha y los kilos flotan en busca de un alma caritativa que los devuelva a sus dueños a cambio de unos millones, no dan visos plateados como el atún pero están en los sueños de todo el que tiene una panga o un remo o un motor. Unos galones de gasolina son la boleta para entrar a la rifa mensual.
En todas las conversaciones sale a flote el espejismo de las pacas. Los negros se ríen de sus excursiones sin anzuelos, arman teorías inflacionarias alrededor de los cardúmenes de coca, describen los secaderos artesanales para dejar la mercancía como nueva, recuerdan las fiestas eternas de los recién enguacados. Los turistas vigilan las ballenas y los nativos les señalan hallazgos más provechosos.
En la playa, olvidados del sueño de todas las pescas, llega el momento para entretenerse con las rutinas de cangrejos de los soldados. Diez regulares han sido designados para rondar la casa de los turistas. Se aburren con sus tareas cercanas a la vigilancia privada. Su batería funciona en coordinación con la de su teléfono celular. Vienen, dejan cargando el aparatico de sus amores, sueltan las gracias, dan una ronda, vuelven a recoger el tesoro de sus mensajes, dejan las gracias. Todos dicen preferir su guerra de moscos y modorra a la versión más animada que se libra en la costa más al norte, cerca de Panamá. Cuando vencen su timidez de niños haciendo en mandado hablan de los kilos, el tema de todos, mencionan la tarifa vigente para sus posibles suertes de encallados. Nadie se asoma a su pequeño reality de playa baja. Los nativos los miran con indiferencia y los espantan como si fueran cigarras. “Yo no los reconozco, todos tienen la misma cara”, dice la negra desde la atalaya de su cocina.
Mientras los hongos crecen en el monte, rojos, exhibiendo las alarmas de su veneno, vemos el avión del embajador gringo despedirse con su trueno. Desde el aire le señalan las coordenadas de la DEA, más sofisticadas y más inútiles que el libro de visitas de los militares rasos.
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11 comentarios:
Señores, después de una semana de ausencia regreso con columna con vista al mar. Ya habrá tiempo de comentar algunos asuntos de Bahía Solano. También estoy poniéndome al día con los comentarios de campaña de la entrada anterior y de los últimos chismes olímpicos, materia que tengo bien pendiente. Saludos.
Eso te iba a decir, que se ve que estuuviste admirando las ballenas en el pacifico.
Historias es que ten go de choco, del medio ,alto y bajo baudo, de andagoya, sipi, novita, unguia, san jose del palmar,m union panamericana, tado, condoto, istsmina!!mejor dicho, como lo digo en mis fotos, Choco un mundo distinto.
Chinaski arrancá pues, un primer cuento y ahí te respondo como pueda con mi semanita cerca a Bahía Solano. El turista: el más vulgar de los sociólogos.
Empecemos por contar que un viaje desde Quibdo a condoto por carretera es una viacrucis!! no es lo mismo hablar de una zona rural en antioquia como la ceja, no alla la zona rural es selva y el 80% de la poblacion vive en selva, pero selva (manigua), en el camino encontras caballos muertos enb la carretera, caballos enfermos desolados y ni una sola tiene o un restaurante par almorzar o alacnazar a tomar alguna gaseosa para apaciguar la humedad y el calor tan hijueputa, fuera de eso los tramos pavimentados son muuuuyy pocos y la desolaciojn ronda por todos los laddos, no hay potreros a alado y lado, los municipios que se pasan (5) parecen simples poblados y la pobreza es tan hp que hasta asusta cuando un moreno te clava la mirada cuando pasas en carro, ademas una miada es un peligro, podes sufrir en cualquier parada que cualquiera de los veintitantos grupos al margen de la ley que estan en esos lados te salgan de un momento a otro a lo tarzan. mas azarozo es cuando ya estas bien lejos de quibdo y se te acercan al carro y te dicen " ustedes son los que vienen de ta...(tal empresa)..." y te tallan por que vas a pisar mangueras y vas a acbar con un poquito porcentaje de corrupcion y te dicen de aca no pueden pasar...y ahi es para miarse.
Otra vaina es es entrar al bajo, alto y medio baudo, la verdad no se puede si no por barco y ahi si es imposible, despues les cuento como van a atender en salud a esas poblaciones, por ahora solo les adelanto que va a ser un barco que pasara de poblacion en poblacion atendiendo las personas de la selva ya que los grupos por tierra no dejan.
Solo les digo que Giobernador, senadores y alcaldes ya han estado en mi empresa, algunos para amenazar y otros para tratar de conseguir tajada, y los que estan trabvajando en choco por intermedio de nosotros nos toco ponerles seguro de vida.
Otra vaina brava es la luz, el agua, las condiciones de vida, ver como en jaulitas en municipios como novita y andagoya la gente cria ratones, si señores, ratones pa comer!!!una cosa brabrara.
Despues les cuento mas de como es la corrupcion de barbara en el sector salud.
Chinaski que cuca de historia, ojala sea verdad que vas a contar mas.
Que necesidad tengo de decir mentiras señor velez?
Antes de seguir con nuestros cuentos en el pacífico un pequeño pie de página sobre la entrada anterior. Las convenciones gringas son el escenario para olvidar las reglas en materia de donaciones, tanto las propias como las impuestas por la legislación. Esas ventanillas abiertas a las donaciones crean cierto nerviosismo. Noticia de los días previos a la convención demócrata: " En total, 135 manifestantes fueron arrestados en Denver esta semana. La represión de la policía también afectó a los trabajadores de los medios. El miércoles, un productor de ABC News fue arrestado mientras intentaba sacar fotografías de los senadores demócratas y donantes empresariales mientras salían de una reunión privada en un hotel del centro. Imágenes de video muestran al periodista, Asa Eslocker, parado en una acera pública. Un oficial lo obligó a cruzar la calle y lo empujó. Eslocker luego fue esposado. La policía dice que está siendo acusado de invasión de propiedad privada, intromisión y de no acatar una orden legal. Eslocker estaba sacando estas fotos como parte de una serie de ABC News de una semana de duración sobre el papel de los lobbistas y donantes empresariales en la convención demócrata.”
Ey, muy buena la columna pacífica. Me pareció curioso porque acabo de escribir un cuento sobre el tema en mi blog. Les dejo el link por si quieren pasar.
http://ociopintoresco.blogspot.com/2008/08/el-viento.html.
En Isla Fuerte la pesca de paquetes de coca deja grandes dividendos que compran motores, televisores, pickups entre otros lujos isleños. En el Viento y otros pueblos del Golfo de Morrosquillo también cambiaron el pargo y la sierra.
Hombre Pascual, gracias por el comentario. La verdad, es que la primera persona es complicada. Mis personajes son casi siempre mecánicos, viejitas, niños, costeños, gente en cuyas bocas no podría poner, por ejemplo, la palabra "soslayo" sino, medio bisnei, pero es que soslayo es una palabra tan bonita, pero medio bisnei es tan graciosa tan de cualquiera, tan real... mejor dicho, a veces la primera persona me confunde. En todo caso, tenés toda la razón y creo que mi personaje ES un cachaco. El cuento va para un concurso del IBRACO (http://www.ibraco.org.co/elbrasildelossuenos2008.html por si querés participar, buenos premios!) con su buen personaje sin agua de sal en las venas. Suerte!
hey, hola de nuevo, ya que nos conocimos personalmente en bahiami, así es como yo lo nombro ya que hace algunos años viví en un municipio cercano a tres horas en lancha que queda en la frontera con Panamá por el mismo Pacífico y cuando llegaba a ciudad mutis me parecia estar en una super ciudad donde al menos encontraba algo helado ya que donde residia no habia energia, ni agua, ni nada de nada, por eso comparto tu crónica y el comentario de chinaski, ya que la mayoría de la pezca en ese lugar es de la blanca y en los platos no abunda el pescado sino una ausencia completa del estado.
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